Este libro está en el inicio del diálogo contemporáneo entre el budismo y el cristianismo, cuestión que sigue teniendo la misma relevancia que cuando fue publicado por primera vez, hace cinco décadas, tal como afirma Javier Melloni en su introdución.
El jesuita Hugo Lassalle vivió en Japón más de sesenta años. Durante ese tiempo descubrió que la meditación zen podía enriquecer enormemente no solo la fe y oración cristianas, sino que también podía renovar la vida de cualquier persona, fuese o no creyente.
Aunque desde que se escribió este libro han cambiado muchas cosas en el mundo, las claves que nos proporcionan estas páginas siguen siendo de gran actualidad, tanto para profundizar en la propia fe cristiana como para abrirse al modo oriental de adentrarse en el corazón de la realidad, a través de la meditación silenciosa.
Es el despertar de una nueva conciencia de la especie humana lo que el autor ya entrevió entonces.
Este fascinante libro, que según Jared Diamond «es una lectura indispensable para los debates sobre la historia universal, y excitante, dramático y atractivo como una novela», nos muestra cuál fue el papel de las armas de fuego en la historia, nos ofrece una nueva visión de los siglos en que China se mantuvo como la primera potencia militar y de su misteriosa decadencia posterior, que permitió el triunfo de Europa en el dominio del mundo. Una historia que concluye dando una nueva actualidad a la afirmación que hizo Napoleón: «China es un león que duerme, cuando despierte el mundo temblará». Los especialistas han señalado la importancia de las aportaciones de Andrade a los estudios sobre la divergencia entre Oriente y Occidente, y su completa renovación de los tópicos sobre la revolución militar en un libro que, nos dice Sarah C. Paine, profesora del Naval War College de los Estados Unidos, «se lee como una novela policíaca».
Arthur Schopenhauer fue un espíritu libre, famoso por su talante polemista y su perspicacia discursiva para discernir en el terreno de la discusión no solo artimañas y argucias sino adversarios incompetentes. Buena prueba de ello es este escrito, inédito en vida del autor y perteneciente probablemente a los últimos años de su estancia en Berlín, hacia 1830-1831: Dialéctica erística o Arte de tener razón.
Además de sus implicaciones estrictamente filosóficas, este clásico, menor pero enormemente popular, puede ser leído como un divertimento, una guía de autoayuda para los dados a discutir que quieren salir a toda costa victoriosos o al menos indemnes de las disputas.
El opúsculo se entiende, así, como un ensayo didáctico, irónico y realista sobre el ejercicio de la dialéctica en el discurso común e incluso en filosofía. Esta nueva traducción va precedida de un estudio introductorio de Luis Vega Reñón que, además de situar el tratado en el contexto tanto de la vida y la obra de Schopenhauer como de la historia sistemática de las dialécticas y la erística, lo pone a la luz de la teoría contemporánea de la argumentación.