En "Mentira, impostura y estupidez", Roland Breeur analiza la historia y el posible futuro de la verdad -su significado, su función y su valor- en nuestra sociedad descreída. Desde Donald Trump y la era de la posverdad a las contemplaciones filosóficas de Deleuze o Arendt; desde las conspiraciones políticas a las decepciones familiares, el autor explora de forma perspicaz los mecanismos psicológicos que intervienen en la mentira y ocultación de hechos e historias, así como el significado filosófico y la validez de la búsqueda de la verdad. Este ensayo es, también, un estudio histórico de aquellos individuos que han llenado la red de bulos, con gran o pequeña repercusión, y es también una prolija reflexión sobre el pasado, presente y futuro de la verdad.
Una colección de reportajes, publicados previamente en la revista The New Yorker y compilados expresamente para Anagrama, que reúne personajes y paisajes políticos de España y Latinoamerica.
Por estas páginas desfilan el rey Juan Carlos en la España de los bandazos, Augusto Pinochet antes del juez Baltasar Garzón, un espectacular Hugo Chávez en una Venezuela de contrastes, el decrepito Fidel Castro en una Cuba sin salida satisfactoria para nadie, García Márquezde genial conspirador en el polvorín colombiano, los restos de Federico García Lorca en un tira y afloja entre lo político y lo sentimental y el paisaje de las favelas brasileñas, donde florece la extraña mística del delito.
A pesar de lo que creemos, las sociedades humanas contaban con espacios de debate colectivo mucho antes de que apareciesen medios de comunicación escritos para articularlos. Poco es, sin embargo, lo que sabemos de estas formas orales y primitivas de opinión pública. ¿Cómo operaban? ¿A través de qué canales se organizaban? Para dar respuesta a estos interrogantes, el profesor Robert Darnton se sumergió en los archivos de la Bastilla y destapó un episodio de censura y represión que conmocionó a la Francia prerrevolucionaria: el caso de los Catorce. A mediados del siglo XVIII, la policía descubrió en París una serie de poemas donde se insultaba gravemente a Luis XV. Catorce personas fueron acusadas de distribuirlos y arrojadas a los calabozos.