Paul Auster, Umberto Eco, Peter Handke, Paulo Coelho, Mario Vargas Llosa, José Saramago, Yves Bonnefoy, Antonio Tabucchi, Nedim Gürsel, Elfriede Jelinek, Manuel Vázquez Montalbán, Rita Dove y Tahar Ben Jelloun se sientan frente a la periodista y activista libanesa Joumana Haddad para charlar sobre el proceso creativo, la gestión del ego y la razón de ser de la literatura. Una colección de entrevistas fascinante que nos permite asomarnos a las mentes de algunos de los mayores escritores de nuestro tiempo y que es, en última instancia, un elogio al arte de preguntar.
A partir de 1933, el barrio de Rehavia, en Jerusalén, establecido como ciudad jardín a principios de la década de 1920, se convirtió en el epicentro de la comunidad judeoalemana de Israel. Allí llegaron entre otros los escritores Else Lasker-Schüler, Gershom Scholem y Martin Buber huyendo de la persecución nazi y, junto a muchos de sus compatriotas, crearon un auténtico microcosmos germanojudío en la capital del país. Aunque el barrio, que contaba con una ubicación idílica, pronto se convirtió en el punto de mira de una ciudad largamente dividida, también representó un importante lugar de encuentro que promovió el espíritu de fraternidad y concordia entre diferentes pueblos. Thomas Sparr nos brinda un brillante y vívido fresco de la singular comunidad de apátridas que encontraron refugio en Jerusalén cuando más lo necesitaban, así como de las tensiones sociales y políticas a las que debieron enfrentarse en su búsqueda de un nuevo hogar.
Las «noloharébienistas» son aquellas mujeres capaces, preparadas y talentosas que, si pudieran elegir un superpoder, escogerían el de la invisibilidad. Ellas son sus peores enemigas. Dudan de sus conocimientos, están convencidas de que cualquier persona lo puede hacer mejor, imaginan el infierno como un lugar en el que hay que hablar delante de una audiencia numerosa. ¿Eres una de ellas? Si cada vez que alguien te habla del síndrome de la impostora te sientes reflejada, si crees que tienes una tara, este es tu libro.
No lo haré bien nos saca del armario y nos invita a enfadarnos juntas recorriendo todos los lugares y circunstancias en las que, desde bien pequeñas, hemos aprendido a sabotearnos. Aquí nadie te enseñará a sacudirte el monstruo de la impostura, pero se te ofrece algo mejor: una buena dosis de rabia y unas gafas de aumento.