Los medios de comunicación han dedicado muchas páginas a la crisis del sector,que amenaza con hacer desaparecer a la antaño poderosa prensa generalista. Sin embargo, no es la prensa la que está en crisis, sino ciertas formas de ejercer el periodismo… Como prueban los medios cooperativos, que están sorteando la actual recesión con propuestas y fuerzas renovadas.
La prensa ha muerto: ¡viva la prensa! entra en las redacciones y en los despachos de administración de algunos de los medios independientes más destacados de Europa y América para desvelar qué hay detrás de estas iniciativas, en muchos casos consolidadas, que no cuentan con el apoyo de grandes inversores pero que, pese a ello, han descubierto el secreto para mantenerse en pie y ofrecer un periodismo honesto y valiente.
Métodos colectivos de organización, implicación de lectores y audiencias, democratización radical de consejos de administración y redacciones… En estos tiempos en los que ciudadanos y periodistas intentan explorar nuevas formas de comunicación, conocer con detalle los sistemas de financiación y distribución de los casos aquí estudiados muestra, sin duda, un camino. Y también, seguramente, las claves del cambio que deberá emprender la prensa tradicional si no quiere ver peligrar su supervivencia.
El nombre de San Agustín (354-430) ha pasado a la historia de la literatura como creador de un género original, el de la autobiografía espiritual, de larga tradición con posterioridad en Occidente. Las Confesiones relatan la peregrinación de un hombre hacia Dios, un itinerario tortuoso y atormentado que se inicia en su infancia y se cierra en el año 387, fecha de su conversión al cristianismo. Para San Agustin, el origen de los bienes y males del hombre, el centro del combate que se libra en cada uno de nosotros,
está en la conciencia y es profundizando en ella como se puede encontrar una vía de trascendencia hacia la realidad suprema en que se encuentra la verdad, el amor y la belleza.
Edición de Pedro Rodríguez Santidrián
El hecho de que todas las teorías morales contemporáneas continúen dialogando aún hoy con las premisas y planteamientos formulados por Immanuel Kant (1724-1804) permite hablar, en la historia de la ética, de un antes y un después del filósofo de Kónigsberg, cesura que viene marcada por el carácter de punto de inflexión que, para la filosofía moral, representa su formalismo ético. En este sentido, cabe calificar la Crítica de la razón práctica (1788) -uno de los textos kantianos capitales- como una verdadera "biblia" por lo que atañe al pensamiento moral de la modernidad. La presente edición, a cargo de Roberto R. Aramayo, une al depurado rigor de la traducción y las notas unos útiles índices que contribuyen al manejo y estudio de la obra, así como una cronología que la sitúa en su adecuado contexto.