Un desgarrador testimonio desde Israel de los primeros meses de la guerra de Gaza. ¿Cómo resistir en un país polarizado por la actuación de sus gobernantes?
El 7 de octubre de 2023, el escritor israelí Dror Mishani estaba en Toulouse, invitado por un festival de novela negra. Al despertarse tuvo un primer aviso de que algo no andaba bien en casa por un mensaje de su mujer. Un rato después encendió el televisor. Las informaciones eran confusas, pero resultaba evidente que se trataba de una tragedia que amenazaba con cambiar para siempre la vida de los ciudadanos de Israel y de sus vecinos: el mayor y más salvaje ataque de Hamás en territorio israelí.
Escrito en forma de diario, este libro narra los días posteriores al ataque desde la vivencia del autor: el regreso precipitado, el reencuentro con su mujer y sus hijos, la inseguridad, la incertidumbre… Y también sus reflexiones de urgencia, un primer artículo oponiéndose a iniciar una guerra, la búsqueda de consuelo en la literatura…
¿Tiene sentido seguir escribiendo después de tanta barbarie? ¿Cuáles son las historias que deben ser contadas?
Los presidentes en Latinoamérica tienen muchísimo poder… para emboscar a sus rivales, complotar, ocultar y robar. Pero, contra lo que suele creerse, disponen de muy poco margen de maniobra para hacer el bien. ¿Quién ha logrado reducir de forma sustancial los índices de violencia, por ejemplo? ¿Alguien ha conseguido acabar con el crimen organizado, consolidar las instituciones democráticas, fortalecer los contrapesos del sistema político o reducir la pobreza de forma radical y duradera en el tiempo?
Javier Moreno, exdirector del diario El País, conversó con siete expresidentes latinoamericanos y con decenas de altos cargos, quienes dieron pistas sobre los límites y la impotencia de la acción política, sobre cómo se gobierna la región en realidad, cuáles son los verdaderos retos de la gobernanza, así como sobre las fuerzas que desde la oscuridad inciden en la vida de 650 millones de seres humanos.
"Vivo una relación con Édouard Louis y Didier Eribon que ya dura más de diez años. Desde los primeros meses de esta amistad, algo cambió en nuestras vidas, se produjo una quiebra profunda en nuestras existencias: empezamos a viajar juntos, a cenar los tres casi sistemáticamente, a crear, a pensar y a intervenir juntos en el espacio público, a celebrar juntos nuestros cumpleaños y los momentos tradicionalmente asociados a la familia, como la Navidad, a compartir la integridad de nuestra vivencia. Más allá de la amistad, esta relación se ha convertido para nosotros en un modo de vida, un conjunto de emociones y de experiencias compartidas, con sus ritos, sus lugares, sus tiempos, sus conexiones con los demás, con el mundo cultural e incluso con el mundo en general.