Esta obra es una selección de estudios sobre las complejas relaciones entre la imagen y el lenguaje, y sobre las dependencias ideológicas nacidas de su relación. El planteamiento de cada uno de los trabajos que se recogen aquí aborda transversalmente trasfondos metodológicos de máxima actualidad derivados de las crisis de las disciplinas que se venían encargando de analizar las prácticas artísticas, las instituciones culturales, los imaginarios globalizados y las formas de comunicación masiva inscritas en nuestras narrativas actuales. En todos estos casos, se impone una aproximación intermedial para analizar con nuevas herramientas y perspectiva suficiente fenómenos dispares pero unidos por esta dimensión migrante entre diversos soportes, medios y contextos institucionales. En este volumen podrá encontrarse una propuesta de análisis liberada de determinismos históricos, centrada en la capacidad de los casos de estudio, con independencia de su ubicación o su distancia histórica, para revelar las pervivencias actuales de estos mecanismos de interacción imagolingüísticos.
Historia de las vírgenes vestales es un cautivador ensayo escrito por Fernando Gil González que nos adentra en el intrigante mundo del antiguo sacerdocio romano femenino dedicado a Vesta. El libro nos transporta a la Roma antigua, donde las vestales tenían un papel crucial como guardianas del fuego sagrado y una gran responsabilidad para la ciudad. Su estatus social era elevado, participando en eventos destacados y ocupando lugares privilegiados. Además de su función religiosa, también desempeñaban un papel importante en la administración de justicia y gozaban de privilegios especiales. Este apasionante libro nos sumerge en un mundo de misterio, poder y sacrificio, donde se exploran los rituales, privilegios y desafíos de estas enigmáticas mujeres en la antigua Roma. Una lectura fascinante que invita a reflexionar sobre el papel de la mujer en la sociedad y la religión.
Lejos de quedarse en la queja o la constatación de cómo las mujeres fueron excluidas sistemáticamente de la esfera del arte a lo largo de siglos de desdén y dominio patriarcal, las dos autoras de este volumen van más allá: no sólo nos explican con extremo rigor y documentación de qué forma precisa se llevó a cabo este “ocultamiento de la voz femenina en la historia”, sino que nos ofrecen, con propuestas concretas, hacia el presente y el futuro, la manera en que a partir de ahora deberían organizarse y plantearse las cosas para que la igualdad real de los seres humanos artistas se haga posible, desterrando prejuicios, paternalismos, concesiones caballerosas y principios de autoridad masculinos. El reto es “elaborar modos, clasificaciones y jerarquías que todavía no existen”. Hay mucho de reparación sanadora en este libro, pues, como se dice, no está guiado sólo por un afán intelectual, sino también por un empeño ético.