Somos inteligentes en virtud de los errores, de las deformaciones que nos forman. Partiendo de esta verdad común, la inteligencia artificial generativa no es criticable por sus defectos circunstanciales, sino por su voluntad estructural de perfección. El diseño elegante de cualquier dispositivo sugiere una fluidez libre de sangre. Esta pretensión de limpieza, en un mundo desgarrado, es en sí misma despiadada. La forma suave de los aparatos, igual que las proclamas angelicales de bondad corporativa en el capitalismo de plataformas, no oculta únicamente el sufrimiento de seres explotados. La promesa tecnológica tapa también algo más cercano y de lo que no se habla, un enmudecimiento anímico que apenas tiene precedentes. No olvidemos que la moda de la fusión oculta la fisión: se trata de acabar con cualquier grumo de singularidad a favor del esencialismo serial, construido y consumible.
Primera obra disponible en habla hispana de Olivier Assayas, esta antología reúne sus ensayos escritos a lo largo de tres décadas (1980-2008), muchos de ellos en la revista Cahiers du cinéma. Incluye varios de sus textos sobre el cine asiático de la década del ochenta, surgido de sus viajes y de una exhaustiva investigación que le permitió descubrir para el mundo occidental autores como Edward Yang o Hou-Hsiao-hsien.
De todos los grandes forajidos del Viejo Oeste ninguno ha dejado una huella más duradera que William H. Bonney, también conocido como Billy the Kid. Algunos creen que su leyenda comenzó cuando murió a manos de Pat Garrett en la noche del 14 de julio de 1881, otros piensan que fue con su increíble huida de la prisión de Lincoln unos meses antes, mientras que, para otros, su origen está en la publicación del libro de Noble Burns en 1926. Esta temprana biografía, en parte novelada, fue escrita cuando el Kid aún vivía en la memoria colectiva de muchos participantes directos en los acontecimientos, con los que Burns se entrevistó.