Un ensayo apasionante sobre lo cómico en el arte, la literatura y la vida de la mano de una de las pensadoras más influyentes del siglo xx.
La comedia inmortal explora el papel de lo cómico en la sociedad a través de la historia del arte, la literatura y la vida cotidiana. Desde los antiguos griegos hasta la stand-up comedy, Ágnes Heller examina cómo la comedia ha sido utilizada para expresar crítica social, sátira política y reflexionar sobre la condición humana.
Del teatro clásico al cine, de la literatura a la pintura, Heller recorre en este fascinante viaje histórico y filosófico la obra de figuras como Aristófanes, Shakespeare, Charlie Chaplin, Woody Allen o Botero para reivindicar la importancia del humor a la hora de abordar temas como la religión, la política, la guerra o la sexualidad, y cómo precisamente a causa de ello ha sido silenciado y censurado a lo largo de la historia.
La intelectual húngara plantea, de forma radical, la posibilidad de concederle al fin la trascendencia merecida al fenómeno de lo cómico a través de la filosofía. Un referente irreemplazable de las ciencias sociales, Ágnes Heller «elaboró un pensamiento […] a medio camino entre la filosofía y la sociología que logró atravesar fronteras hasta convertirla en una de las pensadoras más influyentes de la segunda mitad del siglo XX» (Guillermo Altares, El País).
Durante los años noventa Michael Ignatieff recorrió las principales zonas de guerra: Serbia, Croacia y Bosnia; Ruanda, Burundi y Angola; y Afganistán. El honor del guerrero es una brillante reflexión, que resuena hasta nuestros días, sobre lo que presenció en lugares donde la guerra étnica se había convertido en un modo de vida.
En una serie de retratos impactantes (y demasiado extrapolables a la actualidad), el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024 describe el surgimiento de los nuevos intervencionistas morales —los cooperantes, reporteros, pacificadores, delegados de la Cruz Roja y diplomáticos—, quienes creen que la miseria de otras personas, por lejos que estén, nos concierne a todos. Nos enfrenta a los nuevos guerreros étnicos —los señores de la guerra, los guerrilleros y los paramilitares—, que han incrementado el carácter salvaje y violento de la guerra posmoderna de una forma sin precedentes. Del encuentro de estos dos grupos, extrae conclusiones sorprendentes y alarmantes acerca de la ambigua ética del compromiso, las limitaciones de la justicia moral en un mundo en guerra y el inevitable enfrentamiento entre los que defienden las lealtades tribales y nacionales y los que hablan el lenguaje universal de los derechos humanos.
Desde hace ya varios años, el continente europeo intenta definir un nuevo rumbo para lograr su transición geopolítica y responder a una demanda de modernización de las instituciones cada vez más apremiante y crítica. Entre fracturas internas y recomposiciones externas, el voraz ciclo electoral que inunda nuestras sociedades añade más complejidad si cabe a la cabal comprensión del mundo.