Una defensa de la libertad que demuestra que el crecimiento demográfico es positivo para alimentar el ciclo de la abundancia
Una tesis controvertida y contraintuitiva: el crecimiento demográfico genera más recursos, no menos
A varias generaciones se les ha enseñado que el rápido crecimiento de la población se corresponde con un consumo alarmante de los recursos naturales del planeta que los hace escasear. Superabundancia desmonta esta creencia tradicional y enseña que se trata de todo lo contrario.
Después de analizar los precios de cientos de productos básicos, bienes y servicios a lo largo de dos siglos, los profesores Gale Pooley y Marian Tupy descubrieron que los recursos se volvían más abundantes a medida que crecía la población. Los autores también encontraron que la abundancia de recursos aumentó más rápido que la población, una relación que ellos llaman «superabundancia».
El libro expone que cada ser humano adicional creó, en promedio, más valor del que consumió. Esto es posible porque más personas producen más ideas, lo que lleva a más innovaciones. Al final del proceso de descubrimiento y selección en el mercado, sobreviven aquellas invenciones que permiten superar la escasez, estimular el crecimiento económico y elevar el nivel de vida.
"Contra lo común" reescribe la historia del urbanismo desde la perspectiva de los oprimidos, adentrándose en el drama de la urbanización capitalista y la lucha de las clases populares por construir lugares más justos y democráticos a través de su capacidad para organizar el espacio y convertirlo en una fuente de poder, y expone cómo el capitalismo y las políticas urbanas han evolucionado en sus intentos por destruir este potencial liberador. Álvaro Sevilla-Buitrago recorre más de tres siglos de urbanización en el mundo occidental para revelar la centralidad de estas estrategias de desposesión en múltiples procesos de cambio espacial: de la privatización de la tierra comunal al control del espacio público y la vida cotidiana, de la reestructuración de la metrópolis y la producción de suburbios a las políticas de vivienda o las nuevas dinámicas de segregación, gentrificación y regeneración ligadas a la llamada «ciudad creativa». Pero «lo común no es solo un inquietante espectro del pasado; también es una hipótesis sobre el futuro». Concibiendo la historia y la planificación como proyectos transformadores, estas páginas también exploran la posibilidad de una urbanización postcapitalista basada en los comunes, en la que el contenido y el diseño del espacio social estén definidos por las personas que lo habitan.
Hay libros que mueren poco a poco, después de una larga vida infundida por sus lectores. Otros libros, en cambio, nacen como flor marchita de un día, prematuramente barridos por el inmisericorde viento del olvido, pero que sin embargo siguen guardando en sus páginas un soplo de vida que sólo los lectores más atentos son capaces de detectar. A esta clase de libros pertenece sin duda De negros y plagiarios. Quimeras y verdades en la historia, del escritor, abogado, diplomático e historiador mexicano Carlos Pereyra, quien, con una impagable voluntad develadora, un persistente y minucioso trabajo de re-hacedor de la historia y un alarde de lector voraz de las fuentes textuales primarias en las que se apoya, fue capaz de levantar un argumentario incontestable a la hora de poner en solfa cuantas afirmaciones, teorías y crónicas impostadas han pululado en manuales escolares, libros y tesis lamentablemente perturbadoras de cualquier imaginario colectivo. Porque si hay algo que la ensayística de Pereyra no tolera es consentir que en los asuntos de la historia los libros de historia sean la única y verdadera historia.