El proceso electoral de 2018 cerró diversos ciclos históricos: uno de 50 años, si se considera el movimiento de 1968 como arranque de la democratización; uno de 40, si se ubica en la reforma política de 1977 el inicio del camino hacia la pluralidad; o uno de tres décadas, si se considera a las elecciones de 1988 como el punto de quiebre de la transición. Lo cierto es que la democracia mexicana no nació el 1 de julio de 2018. Este libro se concibió desde ese mismo año, con la idea de explicar el proceso electoral por medio de una doble y contrastante mirada de los acontecimientos. Por un lado, el relato periodístico y, por otro, el testimonio del árbitro de aquella contienda, con una visión analítica de los prolegómenos que hicieron posible la tercera alternancia en la historia de la democracia mexicana. Así, el presente volumen contiene ocho crónicas y siete ensayos que se complementan y dialogan entre sí, construyendo un doble relato del proceso político que culminó con las elecciones de 2018. El panorama político y social ha cambiado profundamente en los últimos tres años, y la pandemia lo ha vuelto mucho más complejo. Sin embargo, eso no le resta pertinencia a la revisión histórica que se despliega en estas páginas, donde se revalora nuestra democracia como un proceso evolutivo, una obra colectiva de muchas generaciones de mexicanas y mexicanos, y un patrimonio de todas y todos. La democracia no se construyó en un solo día.
El afamado escritor, politólogo, y conferencista Agustín Laje presenta La batalla cultural: Reflexiones críticas para una Nueva Derecha – un manifiesto que informará, animará y facultará a los “guerrilleros culturales” para no bajar los brazos en la batalla que sigue perjudicando a nuestras familias y a la sociedad en general.
En el mundo contemporáneo, la sociedad y la cultura cambian a gran velocidad. La voluntad de dirigir esos cambios está en la base de las batallas culturales que hoy se viven en todas partes. Bien investigado y argumentado inteligentemente, este libro define el concepto de batalla cultural y muestra hasta qué punto la cultura ha llegado a ser el botín principal del poder, cómo se han desarrollado estas batallas desde los tiempos modernos hasta la actual posmodernidad y cómo enfrentarlas.
En todo el mundo, las democracias se enfrentan a un enemigo nuevo e implacable que no tiene ejercito ni armada; no procede de ningún país que podamos señalar en un mapa, porque no viene de ahí fuera, sino de aquí dentro. En lugar de desafiar a las sociedades libres con la destrucción desde el exterior, amenaza con corroerlas desde el interior. Un peligro como este es esquivo, difícil de identificar, de distinguir, de describir. Todos lo notamos, pero nos cuesta darle nombre. Se derraman ríos de tinta para definir sus elementos y características, pero se nos sigue escapando. Nuestro deber, por tanto, es nombrarlo para así comprenderlo, combatirlo y derrotarlo.
¿Que es este nuevo enemigo que atenta contra nuestra libertad, nuestra prosperidad y hasta nuestra supervivencia como sociedades democráticas? La respuesta es el poder, en una forma nueva y maligna. En todas las epocas ha habido una o más formas de maldad política; la que estamos viviendo hoy es una variante vengativa que imita la democracia al tiempo que la socava y desprecia cualquier limitación. Parece que el poder haya estudiado todos los controles concebidos por las sociedades libre.