Las memorias de Juan Alberto Belloch: un hombre excepcional inmerso en tiempos extraordinarios.
La influencia de su madre -mujer de carácter adelantada a su tiempo-, y de su padre -intelectual liberal de linaje republicano- forjaron en Juan Alberto Belloch el deseo de una independencia radical, donde el servicio a su país estuvo siempre por encima de intereses personales o riñas partidistas: primero como juez -uno de los más jóvenes de la naciente democracia- y más tarde al frente delos ministerios de Justicia e Interior, que ocupó en los últimos gobiernos de Felipe González, sin haber militado jamás en el PSOE.
A lo largo de la Historia, las reliquias han generado diversos mecanismos de extracción, asimilación y transmisión de discursos visuales y de cultura material. Los «fragmentos» determinaron la creación de «envolturas» (relicarios-objeto y salas-relicario), pero también espejos (otras imágenes) y respuestas (emulación de la santidad). Tuvieron asimismo un potencial extraordinario para sacralizar espacios, reconfigurarlos y, en combinación con sus envoltorios artísticos y materiales, definir y construir nuevos lugares de recepción, nuevas capas de sacralidad a menudo yuxtapuestas y difícilmente separables.
Desde el punto de vista de la historiografía artística, el presente libro busca ofrecer una metodología de estudio en torno al análisis de la cultura visual de la Monarquía Hispánica a lo largo de la Edad Moderna y los inicios del mundo contemporáneo. En sus distintos capítulos no sólo se tratan asuntos de índole artística, sino también social, cultural y política, lo que ayuda a entender mucho mejor la relevancia que tuvieron, así como la importancia del relicario como espacio vertebrador de un mensaje que, en bastantes casos, supera el mero ámbito religioso del culto al santo correspondiente.
Es peor, mucho peor, de lo que imaginas.
Hoy, la subida del nivel del mar es una causa de alarma generalizada entre aquellos que ya han abandonado el sueño pernicioso de que el calentamiento global es un mito. Sin embargo, no es ni siquiera la punta del gigantesco iceberg de horrores inimaginables que amenazan la vida en la Tierra: incendios, huracanes, sequías, inundaciones... Todas estas inquietantes manifestaciones del cambio climático, ya recurrentes para millones de personas, son solo un adelanto de lo que está por llegar: hambrunas, plagas, un aire irrespirable, migraciones cada vez más masivas, el colapso económico e incluso conflictos armados globales.