Solo con el compromiso se combate la actual cultura de la indecisión, que nos paraliza en un modo de navegación infinita.
El compromiso decidido y cívico puede ser una fuerza poderosa en la era actual de la inquietud y la indecisión.
Muchos hemos tenido la experiencia de navegar por Internet sin ver finalmente nada, hemos perdido el tiempo entre una avalancha de opciones en redes sociales, hasta quedar empachados.
Este libro, que nace de un discurso de graduación que se hizo viral, denuncia el empeño actual de muchos en mantener abiertas todas las opciones. Quedamos así atascados en el modo de navegación infinita, sin comprometernos con una sola pareja, saltando de un lugar a otro en busca de la luz que más brilla y negándonos a tomar cualquier decisión que cierre nuevas opciones.
Esta cultura de la inquietud y la indecisión origina tensión y parálisis, y se combate mediante el compromiso.
¿Qué entendemos por «construcción de la realidad»? Sostenía Jerome Bruner, uno de los principales artífices de la revolución cognitiva, que la realidad no reside en la cosa, ni en la cabeza, sino en el acto de discutir y negociar sobre el significado de esos conceptos. De modo que las «realidades» de la sociedad y de la vida social son productos del uso lingüístico. A partir de estas premisas y basándose en trabajos sobre teoría literaria, lingüística, antropología simbólica, psicología cognitiva y del desarrollo, Bruner elaboró un nuevo enfoque para el estudio de la mente y realizó sus exploraciones en torno a lo que él llamó el «pensamiento narrativo».
Hasta los años ochenta, la ciencia cognitiva se había centrado demasiado en los aspectos sistemáticos y lógicos de la actividad mental, dejando al margen los mecanismos decisivos para los actos humanos de la imaginación, que nos permite dar sentido a la experiencia. En este ensayo de culto, Bruner argumenta que existen dos modalidades de funcionamiento cognitivo, la paradigmática o lógico-científica y la «modalidad narrativa» (a la que se debe la existencia de buenos relatos, obras dramáticas imperecederas, mitos y crónicas históricas), y se centra en ésta última para desarrollar su concepto de la mente como instrumento para crear mundos posibles.
¿Podemos convertirnos en mejores seres humanos
y ayudar a otros a serlo?
¿Es posible lograr que los líderes de nuestra sociedad
se preocupen por que la humanidad prospere
no solo económica y materialmente, sino también
espiritualmente?
En el año 430 a. C., Sócrates quiso enseñar al vanidoso y
ambicioso estadista Alcibíades cómo ser una buena persona,
pero fracasó estrepitosamente. Aunque Alcibíades
estaba de acuerdo con que un líder debía mostrar moderación
y justicia, finalmente condujo a Atenas a una batalla
perdida contra Siracusa. A través de esta y otras historias
de pensadores como Marco Aurelio, Aristóteles, Séneca,
Epicteto o Plutarco, entre otros, Massimo Pigliucci nos
ofrece una visión completa de la filosofía clásica y el cultivo
de la personalidad, la virtud y la excelencia.
Hilvanando la relación entre ética personal, justicia social y
buena gobernanza, este extraordinario libro nos revela no
solo cómo actúa un buen líder, sino cómo cada uno de nosotros
puede convertirse en un mejor individuo dentro de
la sociedad.