Las poderosas y emotivas memorias de Dita Kraus, la bibliotecaria de Auschwitz.
La verdadera historia que ha conmovido a más de 5 millones de lectores en todo el mundo.
Nacida en Praga en 1929, hija de familia judía, Dita Kraus ha vivido las decadas más turbulentas de los siglos XX y XXI. En estas, sus memorias, Dita escribe con sorprendente claridad sobre los horrores y las alegrías de una vida interrumpida por el Holocausto. Desde sus primeros recuerdos y amistades de infancia en Praga antes de la guerra, hasta la ocupación nazi que llevó a ella y a su familia a ser enviadas al gueto judío en Terezín, así como al miedo y la valentía inimaginables de su encarcelamiento en Auschwitz y Bergen-Belsen, y la vida después de la liberación.
Este libro hace un recorrido buscando, a través de diversos vericuetos, el concepto de transgresión. Los contenidos pueden parecer trampas y desde luego este libro ofrecerá una dificultad para los que esperen respuestas claras. Hay un tipo de lector, de persona, que prefiere la seguridad y las respuestas comúnmente aceptadas a la búsqueda personal, a la exploración en la selva de lo desconocido de la vida. El explorador se encontrará a menudo perdido, envuelto en digresiones que parecen apartarle del camino de la meta prometida. Esa meta, te prometo, existe. El que crea se recrea y se re-crea. El que consume se consume. Pablo Poblacíon Knappe Pocos textos abren tantas puertas hacia el crecimiento interior, inevitable y comprometidamente imbricado en el crecimiento de la sociedad. Pocos autores y maestros nos facilitan tanto atrevernos a transgredir, a ser libres y creativos. Pocos maestros nos alientan tanto a contribuir a la renovación de la sociedad desde una transgresión constructiva, puesta al servicio de los valores más sublimes del ser humano.
"El 20 de noviembre de 1992 secuestraron a Maria Àngels Feliu Bassols, farmaceutica de Olot. Esta mujer, madre de tres hijos, pasó dieciseis meses bajo tierra, enterrada viva en un agujero del tamaño de un armario. Arañas, hormigas, ratas, serpientes y humedad fueron sus compañeras de cautiverio."
Así empieza la historia increíblemente real de uno de los casos más extremos de la crónica negra española. Aquel crimen se transformó en un drama humano cuya investigación, repleta de errores policiales y judiciales, estuvo acompañada de vergonzosos ejemplos de periodismo basura.
Por si fuera poco, los captores de Maria Àngels se mostraron incapaces de culminar el secuestro expres que habían planeado. Lo único que lograron fue eternizar el suplicio de una mujer que sobrevivió a tan adversas circunstancias gracias a su determinación y su fortaleza psíquica. Tras ser liberada, aún tuvieron que transcurrir cinco años para que los responsables fueran detenidos y otros cuatro para juzgarlos.