En el año 82 a.C., Quinto Sertorio, miembro del partido de los populares de Roma, llegaría a Hispania como procónsul con la misión de asegurar la provincia para una Roma atenazada por el poder de Lucio Cornelio Sila.
Desde una posición de poder, Sertorio desafiaría la dictadura y el nuevo modelo de república de Sila, en lo que se convertiría en el epílogo de la cruenta primera guerra civil de Roma, y que vería aparecer un nuevo genio militar: Cneo Pompeyo Magno.
Este riguroso ensayo pretende arrojar luz sobre el periplo de Quinto Sertorio en Hispania, reconstruyendo hechos, movimientos tácticos y estrategias, y analizando el porqué, el quién, el cómo y cuándo de cuanto conocemos, a partir de las dos fuentes principales fuentes de información como son los textos clásicos y la arqueología.
Del mismo modo desentraña los factores que han ayudado a forjar el mito de Sertorio durante las épocas moderna y contemporánea, en un ejercicio de diferenciación entre Pasado —los hechos que realmente ocurrieron— y cuanto sabemos de ello y transmitimos, aquello que llamamos Historia.
Los terribles asesinatos en serie del conocido como Asesino Otaku, el impactante crimen de Nevada-Tan —que con solo once años degolló a su compañera de clase— o los atentados de cultos homicidas como el orquestado en el metro de Tokio por Shōkō Asahara sobrecogieron a la sociedad japonesa por su insólita crueldad y su descorazonadora inmoralidad.
A través de una investigación rigurosa y detallada, este libro presenta los factores biológico-psicológicos, personales y sociales que llevaron a la comisión de estos crímenes, reconstruye los hechos a partir de fuentes autorizadas y analiza las consecuencias penales y sociales de los delitos huyendo del sensacionalismo y reclamando respeto por las víctimas y sus familiares.
Si la verdad y la libertad fueran ficción, representación o juego, dejarían de ser, con grave peligro, lo que se espera de ellas cuando se razona en serio. Pero ni la una ni la otra tienen su sitio en lo que confiadamente se llama la vida real, sino más bien en los momentos de tránsito entre esta y la ficción, cuando se tiene la máscara entre las manos porque uno va a ponérsela o porque acaba de quitársela. La verdad de las cosas es, según se sostiene aquí, cierta clase de desacoplamiento y la libertad de las personas cierto tipo de suspensión de la personalidad y de la identidad. En este libro se propone un desmontaje de los supuestos principales que el sentido común de nuestro tiempo y la mayor parte de sus filosofías dan por seguros en relación con la libertad y la verdad, y se intenta recomponer los materiales resultantes de ese despiece de modo que produzcan una figura no muy aceptable para los prejuicios hegemónicos, pero inquietantemente reconocible como eso que de la verdad y la libertad (y también de la representación, de la ficción y del juego) se esperaba siempre sin haber podido explicitarlo nunca de manera clara.