En 1516 Erasmo de Róterdam publicaba una obra de su amigo Tomás Moro. Se trataba de un retrato mordaz de la Europa renacentista, al que acompañaba, por contraste, la descripción de un lugar ideal: Utopía, isla remota del Nuevo Mundo gobernada con mesura y en donde todos los habitantes vivían en armonía. Lo que el humanista inglés concibió como «librito entretenido» y fantasioso, sin embargo, acabó superando con creces su marco narrativo. Aquella crítica al orden social establecido se convirtió en una obra cumbre del pensamiento, que traspasó tiempos y fronteras hasta dar lugar incluso a un nuevo término: nuestra «utopía».
22 Días Contigo, Espíritu Santo es el devocional que estabas esperando. Se trata de veintidós intensos días en los que nuestra voluntad y anhelos personales son tocados por la acción del Espíritu a través de la edificación en su Palabra, la reflexión continua, la oración constante y específica, y la aplicación inmediata a nuestra vida, justo en donde nos encontramos.
La presencia del Espíritu de Dios en nuestras vidas se encargará de transformarnos.
Esta es una guía que te ayudará a encontrarle en intimidad, tal como lo vemos en el libro “En honor al Espíritu Santo”. Es un instrumento que Él utilizará para alcanzarte y cambiar tu vida en 22 días.
Los textos que aquí ofrecemos, publicados por primera vez traducidos del latín al español, constituyen el primer debate en la historia sobre el derecho a la libertad religiosa. Sus protagonistas son dos ilustres exponentes, uno cristiano y otro pagano, de las dos religiones que luchaban por el control religioso y político en la época final del Imperio Romano: el famoso y culto senador romano Símaco (+397) y el obispo San Ambrosio de Milán (+402). Este debate del año 382 sobre la retirada o permanencia en la Curia, sede del Senado de Roma, del denominado Altar de la Victoria, es el más antiguo y más famoso sobre un tema que sigue siendo objeto de discusiones enfrentadas en el mundo actual, la tolerancia religiosa. Ambos interlocutores manipulan los argumentos para ponerlos al servicio de sus respectivos intereses como si de una disputa entre partidos políticos se tratase. El debate sobre la tolerancia religiosa, de incuestionable actualidad, es inseparable de la pregunta por la forma de alcanzar la verdad, si es que tal cosa es posible.