El fin de la historia no puede haber llegado con el neoliberalismo, como anunció Fukuyama. El espíritu universal, según Hegel, sigue un proceso dialéctico entre dos polos opuestos cuya tensión culmina en su síntesis. Así como el salmón, que retorna a su lugar de nacimiento para morir y desovar, el espíritu universal, tras su paso por Europa y hacer escala en Silicon Valley, vuelve al origen, que Hegel identifica en China. Aquí encontramos la síntesis entre capitalismo liberal y comunismo. La inteligencia artificial será su nueva herramienta de poder económico-tecnológico, que logrará desbancar al ser humano. Quizás entonces la historia humana llegue a su fin.
Con una riqueza de ideas y el uso de potentes símbolos e imágenes, Moritz Rudolph nos ofrece una filosofía de la historia mediante una narrativa original y provocadora que desborda los límites de las categorías teóricas habituales. El ensayo se presenta como una llave de comprensión de nuestra historia presente y de un posible futuro cada vez más cercano.
Las masas se han vuelto locas. Basta con seguir las redes sociales o los medios de comunicación para ser testigos de la histeria colectiva en la que se ha convertido el debate político. Cada día alguien nuevo clama que algo le ha ofendido: un cartel que cosifica, una conferencia que debe ser censurada, una palabra que degrada.
Vivimos en la tiranía de la corrección política, en un mundo sin género, ni razas ni sexo y en el que proliferan las personas que se confiesan víctimas de algo (el heteropatriarcado, la bifobia o el racismo). Ser víctima es ya una aspiración, una etiqueta que nos eleva moralmente y que nos ahorra tener que argumentar nada.
Con un estilo provocador y una estructura argumentativa sin fisuras, el autor trata de introducir algo de sentido común en el debate público, al tiempo que aboga con vehemencia por valores como la libertad de expresión y la serenidad actuales.
¿Qué es la filosofía? es el texto de una conferencia que Heidegger impartió en la ciudad normanda de Cerisy-la Salle en el año 1955. El texto gira en torno al papel que puede jugar la filosofía en una sociedad dominada por la tecnología y amenazada constantemente por el riesgo de una destrucción atómica del planeta. Por tanto, nos hallamos ante una conferencia que contiene los elementos esenciales del pensamiento maduro del autor: desde la implacable crítica a la técnica y el supuesto final de la filosofía, hasta la fragmentación de la identidad humana, el gradual debilitamiento de los valores del humanismo o las aportaciones de la poesía. En sintonía con Adorno, Horkheimer o Marcuse, Heidegger busca una alternativa a un tipo de dominación instrumental que, en forma de un enorme y complejo engranaje tecnológico, se ha impuesto en amplios sectores de la sociedad contemporánea. En este contexto se plantea la pregunta fundamental de la función de la filosofía. Por un lado, alertar sobre los riesgos de esta maquinación y, por otro, intentar restablecer los lazos perdidos con la naturaleza y la realidad inmediata. Sólo una actitud serena y meditativa, una actitud propia de la filosofía, permite a los individuos liberarse de la servidumbre técnica y pensar sobre la proximidad de las cosas de la vida cotidiana. He ahí el camino que traza Heidegger en esta conferencia para volver sobre esa misteriosa y ancestral correspondencia entre el ser y el hombre. La claridad del texto facilita un primer acceso a las ideas básicas del autor y reflexionar en torno a un problema que todavía goza de plena vigencia. De interés Filósofos y estudiantes de filosofía.