AL terminar mi recorrido por las melancolías alemanas, publicado en El duelo de los ángeles (2004), se abrió ante mí un canal que comunicaba con otros territorios culturales. No resistí la tentación de continuar el viaje, aunque en forma entrecortada, por ese antiguo río negro que se interna en los territorios de la Modernidad. El resultado fue un conjunto de fragmentos que exploran ficciones e imaginaciones que emanan de la sociedad moderna cuando es inundada por humores sombríos y tristes.
Son una señal de que el mundo está entrando en una nueva época, dominada por un extraño capitalismo tardío cuyos signos apenas estamos comenzando a descifrar. A los filósofos con frecuencia les gusta reflexionar sobre la circunstancia que los envuelve. Quieren definir los parámetros de la época en que viven y para ello se apoyan en los estudios de aquellos sociólogos que también están interesados en explicar la mecánica oculta que mueve al mundo. Así, la sociedad actual ha sido definida como postmoderna o líquida. Muchos quieren entender el funcionamiento de la cultura actual y buscan darle un sentido al presente. ¿Qué significa vivir a comienzos del siglo XXI? ¿Dónde estamos? ¿Cómo se entiende nuestra época?
Este libro se ha convertido en un clásico de la filosofía moral contemporánea por dos razones: de un lado, porque hace un diagnóstico brillante de la moral de nuestro tiempo y, de otro, porque fue pionero de una línea de pensamiento moral y político que no ha dejado de crecer desde su publicación: el comunitarismo. El estilo filosófico de Alasdair MacIntyre es el de un provocador que critica tanto los sistemas morales de los filósofos modernos como los límites convencionales de las disciplinas académicas. Aunque el diagnóstico que hace de la moral en las postrimerías del siglo XX es desalentador, sostiene que aún es posible una ética de las virtudes, pero sólo con una condición: que renunciemos a hacerla universal. Para el profesor MacIntyre, lo que hoy hay que buscar son nuevas formas de comunidad que configuren determinados modelos de persona y nos permitan hablar de virtudes, es decir de la excelencia de tales modelos: «Sólo así se podrá construir una moral realmente capaz de movilizar a los individuos de nuestras atomizadas sociedades actuales en torno a un proyecto común».
Una iniciación a la reflexión filosófica.
¿Para qué sirve la filosofía? Hay preguntas acerca de la muerte, de la verdad, del universo, de la libertad, de la justicia, de la belleza, del tiempo que no admiten solución definitiva y se repiten de generación en generación. La filosofía no pretende contestarlas de una vez por todas, sino que sigue enseñando a plantearlas de forma cada vez más enriquecedora. Porque es mejor mantener abiertas las grandes preguntas que contentarse apresuradamente con las pequeñas respuestas…
Este libro quisiera ser una iniciación elemental a la reflexión filosófica, tanto para uso de quienes se acercan por primera vez al estudio de la filosofía en el bachillerato como de aquellos otros que a cualquier edad aspiran a conocer los fundamentos de esta tradición intelectual.