Un viaje de salud es un diamante para el lector, quien podrá ver a través del doctor Miguel R. Hernández reflexiones y recomendaciones para que la mente y el cuerpo mantengan hábitos saludables. En estos artículos, basados en la opinión experta de un médico psiquiatra de gran trayectoria, podremos encontrar recursos valiosos para cuidar y sanear tanto el aspecto psicológico y las emociones para tener una actitud positiva ante la vida, entablar relaciones personales sanas, limitar las situaciones de estrés y propiciar el optimismo. Este viaje servirá como integrador entre el terreno psicológico y físico, donde podrás adquirir conocimiento de ti mismo. ¿Cuánto tiempo hace que no piensas en ti mismo? Las responsabilidades diarias, el trabajo, los amigos y familiares, los conflictos…no deben hacernos perder de vista nuestra salud integral. Estar saludable y/o mantenerse en salud es una de las condiciones primordiales para el desarrollo de una vida larga y placentera. Lograr buena salud, tanto física como mental, es posible a partir de un sinfín de acciones y si se pierde, puede recuperarse para llegar a obtener una buena calidad de vida. ¡Únete a esta fascinante y reveladora ruta de salud de mental!
“Épocas hay en que el equilibrio social se rompe en favor de la mediocridad. El ambiente se torna refractario a todo afán de perfección; los ideales se agostan y la dignidad se ausenta; los hombres acomodaticios tienen su primavera florida. Los estados se convierten en mediocracias; la falta de aspiraciones que mantengan alto el nivel de moral y de cultura, ahonda la ciénaga… Es más contagiosa la mediocridad que el talento.” Filósofo, periodista y médico de proyección internacional, el italoargentino José Ingenieros (Palermo, 1877 - Buenos Aires, 1825), hombre políticamente comprometido con los valores del socialismo, publicó en 1913 este ensayo con el propósito de sacudir las conciencias entregadas al ya por entonces imperante conformismo de la medianía.
Este libro se ha convertido en un clásico de la filosofía moral contemporánea por dos razones: de un lado, porque hace un diagnóstico brillante de la moral de nuestro tiempo y, de otro, porque fue pionero de una línea de pensamiento moral y político que no ha dejado de crecer desde su publicación: el comunitarismo. El estilo filosófico de Alasdair MacIntyre es el de un provocador que critica tanto los sistemas morales de los filósofos modernos como los límites convencionales de las disciplinas académicas. Aunque el diagnóstico que hace de la moral en las postrimerías del siglo XX es desalentador, sostiene que aún es posible una ética de las virtudes, pero sólo con una condición: que renunciemos a hacerla universal. Para el profesor MacIntyre, lo que hoy hay que buscar son nuevas formas de comunidad que configuren determinados modelos de persona y nos permitan hablar de virtudes, es decir de la excelencia de tales modelos: «Sólo así se podrá construir una moral realmente capaz de movilizar a los individuos de nuestras atomizadas sociedades actuales en torno a un proyecto común».