En 1939, como todos los ciudadanos alemanes residentes en París, Walter Benjamin fue internado en un campo de «trabajadores voluntarios» en Nevers. Liberado después de dos meses y medio gracias a la intervención de varios amigos, regresó a París hasta que llegaron las tropas de la Wehrmacht. Entonces huyó y comenzó a vagar por el sur, primero Lourdes, luego Marsella, desde donde intentó en vano embarcarse hacia Estados Unidos. Su viaje continuó por los Pirineos, hasta el puesto fronterizo español en Portbou, donde, amenazado con ser entregado a la Gestapo, se suicidó.
Esta historia se entrelaza con una evocación del poeta estadounidense Ezra Pound, exiliado en Rapallo, en la Italia fascista, cuyas opiniones comparte ciegamente. En Roma, el poeta se encuentra con Mussolini para ponerse a su servicio, pero éste rechaza la propuesta, convencido de tratar con un espíritu perturbado. Detenido en 1944 por los estadounidenses y condenado por traición, fue encerrado en Pisa en una jaula al aire libre, antes de ser internado durante trece años en su país.
¿Qué hacer con el legado de un dictador tras su muerte o caída? Esta memoria conflictiva también incluye una herencia material, que va desde la tumba del autócrata a los lugares concretos vinculados a sus víctimas, pasando por el espacio público representado por el nomenclátor o los monumentos. Las guaridas del lobo repasa cómo la Europa contemporánea se ha enfrentado a sus propios fantasmas, cómo ha resignificado de modo particular los espacios estrechamente vinculados a la biografía y memoria del tirano, y cómo ha integrado ?no sin contradicciones? este pasado incómodo en su propio relato nacional.
En este paseo fascinante por tan afamada ciudad durante una de las épocas más complicadas, significativas y, en definitiva, triunfantes de su historia, Agnès Poirier desdevana las historias de los poetas, escritores, pintores y filósofos cuyas vidas confluyeron allí, con consecuencias extraordinarias, entre 1940 y 1950. Nos revela el drama humano que subyace a algunas de las obras más celebradas del siglo pasado, desde el Hijo nativo de Richard Wright, El Segundo sexo de Simone de Beauvoir y La habitación de Giovanni de James Baldwin a Esperando a Godot, de Samuel Beckett y el Augie March de Saul Bellow, así como la génesis de movimientos hoy legendarios, desde el existencialismo al teatro del absurdo, el nuevo periodismo, el bebop y el feminismo francés.