Durante cuarenta años, Portugal y su inmenso imperio colonial fueron dirigidos por António Salazar, un hombre lleno de contradicciones. Este brillante ensayo recorre las peculiaridades del Estado Novo, desde los años treinta con Hitler, Franco y Mussolini, hasta el final de sus días en los años setenta, marcados por un episodio, tan fascinante como patético, a partir del golpe que el dictador recibió en la cabeza en una visita al callista. Al quedar impedido, se orquestó a su alrededor una impresionante puesta en escena con el fin de ocultarle que ya no era él quien gobernaba. Esta incluía reuniones de gabinete simuladas, visitas de Estado falsas y, sobre todo, un sistema de medios de comunicación hecho a medida para Salazar, con entrevistas en radio y televisión y ejemplares de su diario favorito solo para él.
Exseminarista y creador de un sutil sistema de represión, Salazar se libró de la Segunda Guerra Mundial cediendo bases a los Aliados en las Azores y vendiendo material a los nazis. Se dedicó a construir duras penitenciarías en islas remotas y en antiguas fortalezas medievales, y convirtió Lisboa en una ciudad llena de espías. El régimen corporativista y autoritario que creó fue derrocado por la Revolución de los Claveles, que trajo consigo la vuelta de Portugal a Europa.
El artista holandés Constant Nieuwenhuys (1920-2005), conocido simplemente como Constant, concibió entre 1956 y 1974 una de las utopías más audaces del siglo XX. Su proyecto "New-Babylon" esbozaba el sueño de un hábitat artificial para una humanidad nómada, completamente libre para vivir donde quisiera y como quisiera. En esa sociedad liberada de la necesidad de trabajar gracias a las máquinas, los neobabilonios podrían dedicar todo su tiempo al juego y al desarrollo pleno de su creatividad. Con este nuevo diseño se superarían los problemas derivados de la concepción de las ciudades y de los dos sistemas económicos enfrentados del capitalismo y el "socialismo real". Esta original utopía, que desafiaba todas las convenciones del urbanismo y de la arquitectura de su época, creció en el clima idealista de los años sesenta y tuvo mucho que ver con los intelectuales que inspiraron la revuelta estudiantil de Mayo del 68. Constant plasmó su idea en una extensa obra artística; pero también en un manuscrito que había permanecido inédito hasta ahora y que se publica por primera vez, en castellano, con un estudio introductorio que lo sitúa en las coordenadas de su tiempo. Sin duda, muchas de las ideas que plantea siguen siendo válidas en nuestros días.
En 2006 le dijeron que durante unas semanas iba a vivir bajo custodia, pero aquel día la vida de Roberto Saviano cambió para siempre. Esta es la historia de un superviviente que se niega a rendirse.
«Aquí se cuenta una resistencia llevada a cabo con la palabra como única artillería y dentro del perímetro del propio cuerpo, partiendo de la base de que con cualquier lucha se aprende una única regla. Es esta: no es cierto que de la batalla o vuelves vivo o no vuelves; en caso de que vuelvas, volverás herido. Lo que estáis a punto de leer es mi herida.»
Todavía estoy vivoes un libro único, una colaboración insólita entre dos grandísimos narradores. Se trata del relato íntimo y descarnado de los últimos quince años en la vida de Roberto Saviano, en los que se ha visto obligado a vivir en la clandestinidad, por estar amenazado de muerte por la Camorra. Sus palabras dialogan con el trazo ágil y simbólico de Asaf Hanuka; recuerdan los días de una libertad perdida, la del niño apasionado de las historietas y que disfrutaba jugando con su hermano, hasta transformarse en un presente claustrofóbico, el precio a pagar por haber alzado la voz y que lo obliga a la vivir siempre pegado a sus escoltas. Es la vida de un hombre herido, pero que sigue luchando.