El humor ha sido un aspecto fundamental del judaísmo e impregna su tradición cultural ya desde el Antiguo Testamento. Jeremy Dauber explora magistralmente los orígenes del humor judío y su evolución hasta nuestros días: mediante el análisis de las formas tradicionales del humor judío—la sátira, el ingenio o la escatología, entre otras—nos descubre que la persecución, el exilio, la asimilación cultural, la religiosidad, la diáspora y la identidad, imprescindibles para explicar la experiencia judía, son los pilares sobre los que se construye su tradición cómica. Asimismo, rastrea el apogeo y el declive de los principales arquetipos humorísticos judíos con la ayuda de maestros de la talla de Sholem Aleichem, Isaac Babel, Franz Kafka, los hermanos Marx, Woody Allen, Joan Rivers, Philip Roth, Mel Brooks, Sarah Silverman y Larry David entre muchos otros. Un ensayo riguroso y divertido que aborda con sentido del humor un asunto tan serio como la historia del pueblo judío y nos recuerda que, en ocasiones, la risa puede restaurar el equilibrio de la cordura.
El emperador Marco Aurelio Antonino fue consignando en privado este ejemplo único de escritura de sí y sobre sí, enmarcado en la filosofía estoica, durante los años en los que comenzó la decadencia de Roma. Al margen de la corte, la púrpura y las convulsiones de la época en la que fue redactado este diario de mejora personal, sus hondas reflexiones apuntan a la constitución desnuda de cualquier ser humano.
Una guía para profesionales sobre el trastorno conversivo, un trastorno con escasa bibliografía en español que propone un enfoque integrador centrándose en el tipo de perfil de paciente.
Cuando decidimos adentrarnos en la aventura de escribir sobre el trastorno conversivo nos planteamos una idea fundamental: escribir aquello que nos hubiera gustado encontrar cuando empezamos a investigar y tratar a pacientes con este trastorno. Más que recoger información diversa de modo exhaustivo, hemos querido hacer, en lo posible, una integración de esas informaciones con dos objetivos centrales. El primero, entender cómo se originan y desarrollan estas patologías. El segundo, inseparable del primero, plantear un abordaje terapéutico específico. La comprensión del origen es en sí misma una intervención terapéutica cuando se hace de modo colaborativo con el paciente. Para el profesional, además, es la guía para la intervención en una patología más caracterizada por la diversidad de presentaciones clínicas y contextos relacionales que por su uniformidad.