Alcanzar a conocer y a comprender es un proceso bastante más complejo que el de alcanzar a juzgar; en especial si para juzgar algo o a alguien partimos no de lo que podemos llegar a conocer sino de lo que podemos llegar a sentir, es decir, de nuestros más altos o bajos sentimientos. Viene esto a cuenta o a cuento, cómo no, de este libro que lleva por título La caza y los toros y que no es tanto un defensa de la caza y de los toros sino una reconsideración histórica, una meditación de lo que la caza y los toros han representado en la vida española durante cientos de años y aun milenios. Libro este muy ameno, sugerente y comprensivo por el que muchos ciudadanos (como yo mismo, pacíficos e incluso mansos), sentimos gran afición (pese a no haber ido nunca a los toros ni practicado jamás la caza, excepto de erratas) aunque en nuestro bárbaro tiempo haya devenido todo esto en asunto polémico, casi peligroso. Nuestra edición cuenta con un resiliente y atinado prólogo de Víctor J. Vázquez, que no solo sabe de Ortega y Gasset sino también, cosa bastante más rara, de toros. A.L.
Arthur Schopenhauer fue un espíritu libre, famoso por su talante polemista y su perspicacia discursiva para discernir en el terreno de la discusión no solo artimañas y argucias sino adversarios incompetentes. Buena prueba de ello es este escrito, inédito en vida del autor y perteneciente probablemente a los últimos años de su estancia en Berlín, hacia 1830-1831: Dialéctica erística o Arte de tener razón.
Además de sus implicaciones estrictamente filosóficas, este clásico, menor pero enormemente popular, puede ser leído como un divertimento, una guía de autoayuda para los dados a discutir que quieren salir a toda costa victoriosos o al menos indemnes de las disputas.
El opúsculo se entiende, así, como un ensayo didáctico, irónico y realista sobre el ejercicio de la dialéctica en el discurso común e incluso en filosofía. Esta nueva traducción va precedida de un estudio introductorio de Luis Vega Reñón que, además de situar el tratado en el contexto tanto de la vida y la obra de Schopenhauer como de la historia sistemática de las dialécticas y la erística, lo pone a la luz de la teoría contemporánea de la argumentación.
En la víspera de la festividad de Purim, el enemigo ha entrado en el gueto –un gueto que no se nombra, como tampoco se nombra la naturaleza del enemigo– y ha amenazado a los líderes de la comunidad judía: si en veinticuatro horas no se entregan diez voluntarios para ser ejecutados en la horca, para «vengar» así la muerte de los diez hijos de Amán –el villano de la historia de Purim, que celebra el triunfo de los judíos de Persia contra un genocidio potencial hace unos dos mil cuatrocientos años–, acabarán con toda la comunidad. Durante la noche, el rabino consulta en busca de una respuesta al dilema con varios rabinos legendarios del pasado, con el Rambam, con Rashi, con el Gaón de Vilna... y con el Baal Shem Tov, místico del siglo XVIII y fundador del jasidismo, quien le canta un 'nigún'. Un 'nigún' es una melodía alegre sin palabras a la que se le atribuye el poder de romper las cadenas del mal.
La presente obra es, sin duda, un buen exponente de la producción filosófica de Rosset. El concienzudo análisis de esa fuerza mayor que es la alegría, punto neurálgico de toda su filosofía, y su incidencia –presente o ausente– en el que quizá sea el máximo antagonismo filosófico al que puede llegarse a este respecto. Si «Notas sobre Nietzsche», uno de los estudios más lúcidos sobre la filosofía del discípulo de Dionisio y, sin duda, el más nietzscheano de todos ellos, ilustra un modo particular de concebir la filosofía, consagrada a destacar el elemento de la afirmación, «El descontento de Cioran» muestra a la perfección el caso contrario, a saber, el inconveniente de haber nacido, la teórica imposibilidad de aclimatarse a la irremediable y fatal aspereza de lo real.
Este libro está en el inicio del diálogo contemporáneo entre el budismo y el cristianismo, cuestión que sigue teniendo la misma relevancia que cuando fue publicado por primera vez, hace cinco décadas, tal como afirma Javier Melloni en su introdución.
El jesuita Hugo Lassalle vivió en Japón más de sesenta años. Durante ese tiempo descubrió que la meditación zen podía enriquecer enormemente no solo la fe y oración cristianas, sino que también podía renovar la vida de cualquier persona, fuese o no creyente.
Aunque desde que se escribió este libro han cambiado muchas cosas en el mundo, las claves que nos proporcionan estas páginas siguen siendo de gran actualidad, tanto para profundizar en la propia fe cristiana como para abrirse al modo oriental de adentrarse en el corazón de la realidad, a través de la meditación silenciosa.
Es el despertar de una nueva conciencia de la especie humana lo que el autor ya entrevió entonces.
Ante la emergencia ambiental, la naturaleza está de moda y, convertida ya en eslogan, corre el riesgo de convertirse en un artificio más. Por tanto, es necesario repensar radicalmente el concepto de naturaleza, confrontando la inteligencia de los Antiguos, en particular la de Aristóteles, con los desafíos posmodernos. ¿Es el hombre, ante la pluralidad de sus culturas, un ser natural? ¿Cómo se articulan naturaleza y libertad, o naturaleza y tecnología? ¿Por qué la colorida multitud de los seres humanos nos recuerda nuestra vocación de constructores de arcas?
Este breve ensayo analiza el biocentrismo romántico y el antropocentrismo desviado, y proporciona los elementos de una ecología verdaderamente integral.
Escrito en 1959, en plena Guerra Fría, este texto se publicó en un esfuerzo por «evitar la catástrofe que supondría una guerra con bombas de hidrógeno a gran escala». Casi sesenta y cinco años después, la posibilidad de un conflicto nuclear es nuevamente una amenaza verosímil, y el agudo análisis de Bertrand Russell acerca de este tan absurdo y sin embargo tan humano anhelo autodestructivo vuelve a ser de escalofriante actualidad.
Perteneciente a la etapa de "obras de juventud" de Aristóteles (384-322 a.C.), su breve tratado "Sobre el alma" aborda algunas de las principales cuestiones relacionadas con ésta, entendida como principio vital de los seres vivos: qué es, cómo se relaciona con su soporte corporal y cuáles son sus principales funciones. Frente a la opinión o parecer de alguno de sus predecesores en este examen, la originalidad de Aristóteles radica no sólo en la aportación de ciertas novedades al profundizar en el análisis de sus funciones vitales y en la interacción que mutuamente se ejercen alma y cuerpo, sino en su convicción de que, si de verdad queremos conocer qué sea el alma humana, el estudio debe ampliarse al alma de todos los seres animados. La presente edición, más filológica que filosófica, ofrece una traducción tersa y clara del texto griego original, prescindiendo voluntariamente de cualquier bagaje interpretativo que pueda lastrar la obra, e invita al lector a acercarse directamente al pensamiento del estagirita. Traducción e introducción de Antonio Guzmán Guerra.
Una visión alternativa y totalmente estimulante sobre nuestro pecado mortal favorito: la ociosidad. ¿En qué medida una vida ociosa es una buena vida? El primer libro que desafía a la filosofía moderna en su condena de la ociosidad, revelando por qué el estar ocioso es un estado de libertad verdadera.
Durante milenios, la ociosidad y la pereza se han considerado vicios. Se espera que todos trabajemos para sobrevivir y salir adelante. Dedicar energía a cualquier cosa que no sea el trabajo y la superación personal puede parecer un fracaso moral o un lujo. Pero, ¿y si la ociosidad, en vez de vicio o defecto, fuera una forma eficaz de resistencia? ¿Y si nos permitiera experimentar la libertad en su forma más plena?
Lejos de cuestionar estas ideas convencionales, filósofos modernos como Kant, Hegel, Marx, Schopenhauer y de Beauvoir las sustentan y profundizan. Este libro expone los prejuicios tras estos razonamientos, cuestionando la visión oficial de nuestra cultura: que el incesante ajetreo, el hacerse a uno mismo, la utilidad y la productividad son el núcleo mismo de lo que está bien para los seres humanos.
Recogiendo ideas de la Grecia Antigua y sobre la importancia del juego en pensadores como Schiller y Marcuse, el autor presenta una visión empática de la ociosidad, que nos permite mirar bajo una nueva luz nuestro moderno culto al trabajo y al esfuerzo. Una reflexión estimulante.