Nuestra vida está llena de momentos y experiencias habituales: la comida que ingerimos, los olores que percibimos, las conversaciones que mantenemos o las personas con las que interactuamos. Y, sin embargo, preferimos centrar nuestra atención en aquello que consideramos único y singular. ¿Por qué pasamos por alto los pequeños detalles que conforman nuestro día a día?
En este originalísimo libro, y de la mano de los grandes filósofos de todos los tiempos, Tania Sánchez nos invita a mirar a nuestro alrededor de una manera distinta para redescubrir lo maravilloso que se esconde en las cosas y en los gestos más sencillos y afrontar así nuestras inquietudes más profundas.
Un apasionante viaje que revela la importancia de lo cotidiano.
Gobernantas, mayordomos, niñeras, cocineros o chóferes trabajan de mañana a noche para satisfacer las necesidades y deseos de los millonarios a los que sirven. ¿Cuánto se cobra, cuál es el coste emocional, y qué está en juego en esta relación extrema de "servicio"? La socióloga Alizée Delpierre nos ofrece una visión única de lo que sucede en los hogares de los más poderosos y desvela las complejas dinámicas que mantienen con sus empleados, quienes protegen y sostienen este mundo privilegiado tan inaccesible frente a la esperanza de un posible ascenso social.
¿Todos somos filósofos? ¿Para qué sirve la filosofía? ¿Qué es la ciencia? ¿Se puede hablar de una «ciencia unificada»? ¿Qué es el poder político? ¿Sabríamos definir la idea de Libertad? ¿De qué se ocupa la bioética? ¿Hacen política los chimpancés? ¿Es posible el totalitarismo en política? ¿Existen los derechos naturales? ¿Es la religión «el opio del pueblo»? ¿Qué son los númenes?
Todos disponemos de conocimientos de ética, de moral y de política porque, en caso de no tenerlos, ni siquiera podríamos actuar. La prueba está en que en la plaza pública -en las sobremesas familiares, en la barra del bar, en las redes sociales- todo el mundo discute sobre temas relacionados con la ética, la moral y la política. No son cuestiones reservadas para los especialistas en ética, para los politólogos o para los profesores universitarios, sino asuntos públicos. Pero filosofías no hay una sino muchas, y algunas filosofías explican los fenómenos de la realidad con mucha mayor potencia que otras. Todos y cada uno de nosotros nos marcamos unas exigencias de hasta qué punto queremos aclarar nuestra forma de interpretar el mundo.