Renacida es el primer volumen de los diarios de Susan Sontag, editado por su hijo David Rieff.
Ensayista, novelista, Premio de la Paz de los libreros alemanes, Premio Príncipe de Asturias de las letras, Susan Sontag fue una de las intelectuales más implacables e inconformistas del siglo XX. Renacida es el primer volumen de sus diarios personales, editados por su hijo David Rieff.
"Afirmar que estos diarios son reveladores es un drástico eufemismo. Uno de los principales dilemas en mi decisión de publicarlos ha sido que, al menos en la última etapa de su vida, mi madre no fue en ningún sentido una persona proclive a la confidencia. En particular evitaba hasta donde le era posible, sin negarla, toda referencia a su homosexualidad o todo reconocimiento de su propia ambición. Así que mi decisión sin duda viola su intimidad. No hay otra manera de describirlo con imparcialidad. [...] El criterio de selección fue determinado en parte por mi impresión de que la crudeza y el retrato sin retoques que estos materiales presentan de una Susan Sontag joven, que de modo consciente y con determinación acometió la creación de una identidad que deseaba, era el aspecto más fascinante de los diarios.
Este libro se ha convertido en un clásico de la filosofía moral contemporánea por dos razones: de un lado, porque hace un diagnóstico brillante de la moral de nuestro tiempo y, de otro, porque fue pionero de una línea de pensamiento moral y político que no ha dejado de crecer desde su publicación: el comunitarismo. El estilo filosófico de Alasdair MacIntyre es el de un provocador que critica tanto los sistemas morales de los filósofos modernos como los límites convencionales de las disciplinas académicas. Aunque el diagnóstico que hace de la moral en las postrimerías del siglo XX es desalentador, sostiene que aún es posible una ética de las virtudes, pero sólo con una condición: que renunciemos a hacerla universal. Para el profesor MacIntyre, lo que hoy hay que buscar son nuevas formas de comunidad que configuren determinados modelos de persona y nos permitan hablar de virtudes, es decir de la excelencia de tales modelos: «Sólo así se podrá construir una moral realmente capaz de movilizar a los individuos de nuestras atomizadas sociedades actuales en torno a un proyecto común».
Una iniciación a la reflexión filosófica.
¿Para qué sirve la filosofía? Hay preguntas acerca de la muerte, de la verdad, del universo, de la libertad, de la justicia, de la belleza, del tiempo que no admiten solución definitiva y se repiten de generación en generación. La filosofía no pretende contestarlas de una vez por todas, sino que sigue enseñando a plantearlas de forma cada vez más enriquecedora. Porque es mejor mantener abiertas las grandes preguntas que contentarse apresuradamente con las pequeñas respuestas…
Este libro quisiera ser una iniciación elemental a la reflexión filosófica, tanto para uso de quienes se acercan por primera vez al estudio de la filosofía en el bachillerato como de aquellos otros que a cualquier edad aspiran a conocer los fundamentos de esta tradición intelectual.
AL terminar mi recorrido por las melancolías alemanas, publicado en El duelo de los ángeles (2004), se abrió ante mí un canal que comunicaba con otros territorios culturales. No resistí la tentación de continuar el viaje, aunque en forma entrecortada, por ese antiguo río negro que se interna en los territorios de la Modernidad. El resultado fue un conjunto de fragmentos que exploran ficciones e imaginaciones que emanan de la sociedad moderna cuando es inundada por humores sombríos y tristes.
Son una señal de que el mundo está entrando en una nueva época, dominada por un extraño capitalismo tardío cuyos signos apenas estamos comenzando a descifrar. A los filósofos con frecuencia les gusta reflexionar sobre la circunstancia que los envuelve. Quieren definir los parámetros de la época en que viven y para ello se apoyan en los estudios de aquellos sociólogos que también están interesados en explicar la mecánica oculta que mueve al mundo. Así, la sociedad actual ha sido definida como postmoderna o líquida. Muchos quieren entender el funcionamiento de la cultura actual y buscan darle un sentido al presente. ¿Qué significa vivir a comienzos del siglo XXI? ¿Dónde estamos? ¿Cómo se entiende nuestra época?
La historia de la filosofía al alcance de todos.
Nada hay más confortable para el hombre, ni más peligroso, que las certezas. Nuestra mejor defensa es la filosofía, que consiste en gran medida en el arte de cuestionarlas, de atreverse a pensar, de interpelar las verdades establecidas y ver qué esconden. En este paseo por la historia de la filosofía, Fernando Savater nos presenta a los grandes personajes que con sus preguntas, y en ocasiones con sus respuestas, han marcado el pensamiento occidental.
Platón, Aristóteles, Hobbes, Tomás de Aquino, Nietzsche, Marx, Ortega, Wittgenstein y hasta dieciocho filósofos más desfilan por estas páginas de la mano de Savater, que con su habitual estilo lúcido, ameno e inteligente explica sus ideas más importantes y resume sus trayectorias. Un canto al irrenunciable ejercicio de la libertad intelectual, este libro es en realidad una invitación a huir de los tópicos y a compartir con los grandes filósofos la maravillosa aventura de pensar.
La proclamación neoliberal de la libertad se manifiesta en realidad como un imperativo paradójico: sé libre. Domina una economía de la supervivencia en la que cada uno es su propio empresario. El neoliberalismo, con sus desinhibidos impulsos narcisistas del yo y del rendimiento, es el infierno de lo igual, una sociedad de la depresión y el cansancio compuesta por sujetos aislados.
Los muros y las fronteras ya no excitan la fantasía, pues no engendran al otro. Dado que el Eros se dirige a ese otro, el capitalismo elimina la alteridad para someterlo todo al consumo: la exposición como mercancía intensifica lo pornográfico, pues no conoce ningún otro uso de la sexualidad. Desaparece así la experiencia erótica. La crisis actual del arte, y también de la literatura, puede atribuirse a esta desaparición del otro, a la agonía del Eros.
Pocos males afectan tanto al ser humano como la ira, que daña al agredido y al colérico, y que es capaz de extenderse como una plaga. Este es uno de los mensajes que supo transmitirnos Séneca en sus diálogos. El filósofo expone, también, de forma clara cómo vivir con serenidad y calma ante circunstancias adversas, para lograr la tranquilidad del alma y apartar la ansiedad. Sus argumentos nos resultan hoy de tremenda actualidad cuando los vemos coincidir con los de quienes nos aconsejan sobre el bienestar personal. Sus palabras, a la vez, nos sumergen en el quehacer cotidiano de la Roma antigua. Todo un lujo.
«La cólera hiere a todos, pero no todos se sienten heridos por lo mismo. Conoce tu debilidad y podrás proteger te mejor de la ira.»
La presión por destacar en una sociedad donde «el infierno de lo igual» se presenta como una fosa de la que nos exhortan a salir. La necesidad autoimpuesta de las check-list como rituales de obligada ejecución para alcanzar la felicidad. La «ideología de la personalidad» que se manifiesta en forma de bulimia emocional, donde acumulamos y acumulamos experiencias para vomitarlas ipso facto en las redes sociales. La dolorosa brecha, que se agranda por momentos, entre el yo real y el yo virtual. La tensión de exigirle al tiempo libre una realización y productividad plenas, bloqueando así la posibilidad de disfrute…
Todos estos elementos, si no se analizan bajo la lógica del pensamiento crítico, se encargarán de configurar una personalidad abocada a experimentar un desánimo crónico. Y ante esto, pocos fármacos son más eficaces que la filosofía.