El estoicismo fue una de las escuelas filosóficas más influyentes de la antigüedad y su influencia sigue vigente hoy en día. Surgió en Atenas hacia el 300 a. C. y se convirtió en una de las filosofías más populares del mundo romano; sus doctrinas atraían a personas de todos los estratos de la sociedad antigua, desde el esclavo Epicteto hasta el emperador Marco Aurelio.
Con un lenguaje sencillo y muy divulgativo, en Estoicismo Sellars ofrece una introducción a los estoicos antiguos, a sus obras y a otros autores antiguos que refieren testimonios sobre la filosofía estoica, una escuela de vida que todavía tiene mucho que decir a los lectores del siglo XXI.
Se reúnen aquí escritos sobre usos sociales que constituyen un tertium normativo entre derecho y moral. Rudolf von Jhering confiere un estatuto específico a ese ámbito, paso entre uno y otra. El ámbito jurídico normativo fija sanciones que solo corresponde al Estado aplicar, por ejercer la fuerza en régimen de monopolio. La moral rige la conciencia individual como un foro con carácter soberano que alcanza hasta las intenciones. Los usos sociales, por su parte, no disponen de coacción organizada, sino más bien de una repulsa, difusa pero vigente, por parte de la sociedad. Al mismo tiempo, presentan cierta aproximación a la moral: una supuesta sinceridad que haga tolerable el trato entre las personas y que en muchos casos es meramente aparente, una manifestación de afabilidad y sociabilidad, tan cargante como insoslayable.
Los usos, aunque generalizados, no progresan en una sociedad en abstracto, sino que surgen y se consolidan en grupos concretos, estamentos o profesiones. Jhering desarrolla sus objeciones, algunas carentes de vigencia hoy, sobre la relación entre lenguaje y moral, el pretendido significado de la moda y la vestimenta, la comida y la bebida o los modales sociales. Concluye con un uso social que merece su más acerba crítica, aún practicado y fuente de complicaciones: la propina, que califica de mal uso por ciertos vicios que genera.
La novela es el género más moderno y prolífico de la tradición europea. Su invención, lógicamente, no fue casual, sino el producto de un proceso cultural muy amplio que se produjo en dos momentos fundamentales para el desarrollo de la cultura europea: la Antigüedad clásica y la Alta Edad Media. En este libro, Carlos García Gual enlaza ambos escenarios a través de dos estudios fundamentales en un único volumen: Los orígenes de la novela y Las primeras novelas europeas. El primero estudia el nacimiento de la novela situándolo dentro del proceso histórico general a través de obras como la Ilíada, la Odisea o el Satiricón, entre muchas otras. El segundo, en cambio, se sumerge en la novela medieval y analiza las motivaciones sociales y los temas típicos de esta literatura.