Cuando Beethoven nació, Goya tenía veinticuatro años. Ambos murieron con apenas un año de diferencia. En el momento de su muerte los dos habían coronado la cima de la creación artística. Pero, más allá de su talento, entre ellos existe una fuerza invisible que los vincula.
Vivieron unos años decisivos en el curso de la historia europea. Nunca se cruzaron, ni siquiera parece que supieran el uno de la existencia del otro, sin embargo, cuando se analizan sus vidas y obras se encuentran coincidencias asombrosas.
En estas páginas se presenta el resultado de una concienzuda investigación en la que se han analizado los fascinantes paralelismos entre los dos artistas, incluso más allá de su muerte: las consecuencias en ellos y su entorno de la sordera y la Revolución francesa, su relación con la alta sociedad vienesa y española, sus romances prohibidos… Pero también sirve para desmentir muchos de los rumores que han contaminado su memoria en estos dos siglos de legado.
Este libro invita al lector a explorar la historia de dos hombres extraordinarios que, con el tiempo, han trascendido lo humano para convertirse en leyendas.
Dos acontecimientos de los años veinte marcaron profundamente el pensamiento político de Hannah Arendt. Al primero de ellos lo denominó el «shock filosófico» la filosofía de la existencia de Jaspers y de Heidegger y, al segundo, el «shock de la realidad» la consolidación del movimiento nacionalsocialista en Alemania, el surgimiento del totalitarismo. Ambas experiencias ponen en movimiento su necesidad de comprender, un intento incesante de traducir al lenguaje de la experiencia el peligroso y a menudo brutal choque del hombre moderno con los hechos.
Una crítica mordaz de las sociedades occidentales que, bajo un disfraz seudodemocrático, esconden una estructura totalitaria basada en la explotación. Esta obra de culto se basa en dos hipótesis: de un lado, Marcuse afirma que la sociedad industrial avanzada es capaz de reprimir todo cambio cualitativo; por otro lado, asevera que existen fuerzas capaces de poner fin a la represión. La solución, según el autor, es «despertar y organizar la solidaridad en tanto que necesidad biológica para mantenerse unidos contra la brutalidad y la explotación humanas».