Se reúnen aquí escritos sobre usos sociales que constituyen un tertium normativo entre derecho y moral. Rudolf von Jhering confiere un estatuto específico a ese ámbito, paso entre uno y otra. El ámbito jurídico normativo fija sanciones que solo corresponde al Estado aplicar, por ejercer la fuerza en régimen de monopolio. La moral rige la conciencia individual como un foro con carácter soberano que alcanza hasta las intenciones. Los usos sociales, por su parte, no disponen de coacción organizada, sino más bien de una repulsa, difusa pero vigente, por parte de la sociedad. Al mismo tiempo, presentan cierta aproximación a la moral: una supuesta sinceridad que haga tolerable el trato entre las personas y que en muchos casos es meramente aparente, una manifestación de afabilidad y sociabilidad, tan cargante como insoslayable.
Los usos, aunque generalizados, no progresan en una sociedad en abstracto, sino que surgen y se consolidan en grupos concretos, estamentos o profesiones. Jhering desarrolla sus objeciones, algunas carentes de vigencia hoy, sobre la relación entre lenguaje y moral, el pretendido significado de la moda y la vestimenta, la comida y la bebida o los modales sociales. Concluye con un uso social que merece su más acerba crítica, aún practicado y fuente de complicaciones: la propina, que califica de mal uso por ciertos vicios que genera.
Con rapidez inusitada, las nuevas tecnologías están transformando sustancialmente nuestros hábitos. La relación de los seres humanos con las máquinas es cada vez más íntima y dependiente, y la Tierra, un planeta cada vez más cibernético. La implantación del sofisticado sistema de redes inalámbricas de quinta generación (5G), mucho más veloces, pretende ofrecernos un omnipresente internet de las cosas y la integración de la realidad virtual en nuestras vidas, pero entraña una considerable radiación electromagnética invisible en toda la naturaleza viviente. Este desafío sin precedentes para la vida humana y natural se está desarrollando sin ningún tipo de consciencia moral ni espiritual, con el único fin de obtener beneficios y dominar el mundo. Tras analizar pormenorizadamente este inquietante contexto, Jeremy Naydler concluye que sólo reafirmando los valores esenciales de lo humano y de la naturaleza, como esencia de la vida, podremos hacer frente a un futuro cada vez más incierto.
Toda la literatura de Carl Schmitt, con la carga de lucidez y de peligros que conlleva, está cimentada en buena parte sobre sus célebres «arcanos». Estos han contribuido a desdibujar sus límites hasta el punto de que Schmitt ha sido reivindicado a derechas e izquierdas del pensamiento político posterior; considerado gran crítico de la cultura liberal y «representante señero en Alemania de la crítica a la Modernidad y a las tradiciones de la Ilustración» –como afirmó Jürgen Habermas–. De esta forma, sus escritos «confesionales» se han convertido en una clave interpretativa muy importante para desentrañar de primera mano su obra y permitir una revisión más exacta de su pensamiento. Quizás el paso más significativo en este sentido ha sido la publicación de este Glossarium, con edición definitiva en Alemania en 2015.
Este dietario intelectual, escrito entre el resentimiento y la sinceridad de alguien que se considera un vencido, ciertamente contiene todos los registros de Schmitt y descifra sus verdaderas posiciones. Aparecen la frivolidad, el comentario descarnado, la profunda confesión, el verso y las citas, junto a los tópicos más difundidos de su obra filosófica, jurídica y política. Además del componente histórico y biográfico –incluidos comentarios de situación y en torno a personalidades españolas–, se muestran las relaciones y «no relaciones» con multitud de personajes y sus demoledoras y visionarias acotaciones a la actualidad.