Los principios básicos y los formatos en la Literatura Infantil y Juvenil. Los temas y sus personajes. La acción, la estructura, la tensión. El juego como herramienta creativa. Los géneros y los límites. El humor y la fantasía. Aventuras para todas las edades. La realidad vista por los niños. Estos son solo algunos de los temas que Chiki Fabregat recorre en este manual (acorde al temario de los cursos oficiales de Escuela de Escritores), pensado para quien quiera internarse y obtener las mejores herramientas del fascinante, arriesgado, complejo y hermoso mundo de la Literatura Infantil y Juvenil, además de desterrar los mitos más comunes que circulan sobre ella. Los niños, los adolescentes, son los lectores más fieles que un escritor puede encontrar, pero también los más críticos. La literatura que se escribe para ellos no admite rebajas en la calidad ni en la dedicación. Y en este manual aprenderemos cómo hacerlo.
Literatura no mimética y supresión de la incredulidad. Cosmogénesis y ubicación espacio temporal. Clasificación y efecto de la literatura no realista. Literatura fantástica y de terror. Ciencia ficción, épica y realismo mágico. Estos son solo algunos de los temas por los que transita este manual (acorde al temario de los cursos oficiales de Escuela de Escritores y editado por Alejandro Marcos), pensado para aquellos que deseen adentrarse –desde los márgenes al centro– y explorar las innumerables opciones que los subgéneros fantásticos nos conceden, entre ellas la de representar la realidad en la que vivimos o trasladarnos a otros mundos sin abandonar del todo el que habitamos. Con un generoso repaso clasificatorio, un recorrido por los principales autores, puntos de vista u opciones, y bien acompañado de un gran número de técnicas narrativas, con este manual aprenderemos cómo hacerlo.
¿Sabías que el primer rey cruzado que llegó a Jerusalén fue el vikingo Sigurd de Noruega? ¿Que Leonor de Aquitania fue la primera mujer en embarcarse en una cruzada? ¿Que la secta de los asesinos trató tres veces de acabar con la vida del mismo Saladino? ¿Que san Francisco de Asís se presentó ante el sultán de Egipto para convencerlo de que se convirtiera al cristianismo y logró una tregua en plena quinta cruzada? ¿O que el emperador Federico II recuperó Jerusalén sin disparar una sola flecha y después de ser excomulgado por el papa Gregorio IX?
Concebidas como un peregrinaje armado en nombre de Dios, las cruzadas constituyen un acontecimiento decisivo en la Edad Media cuya memoria y debate siguen estando de plena actualidad hoy en día. El adjetivo «cruzado» se continúa utilizando entre los combatientes del autodenominado Estado Islámico para referirse a Occidente, casi mil años después, y su influjo y fascinación es objeto de estudio, investigación e interés por parte de historiadores, amantes de la historia y lectores aficionados a las leyendas y enigmas que adornan a sus protagonistas.
Desde la llamada incandescente de Urbano II a tomar la cruz en 1095 hasta la sangrienta caída de San Juan de Acre en 1291, las expediciones religioso-militares de los llamados cruzados están llenas de episodios singulares y casi siempre crueles, pero también revelan actos de piedad y admiración mutua, como la que mantuvieron Ricardo Corazón de León y Saladino mientras se enfrentaban con toda la dureza posible.