Francis Bacon (1561-1626) fatigó su vida y agotó su salud en el desempeño de la política (en un periodo histórico particularmente turbulento), hizo contribuciones decisivas a la ciencia (pulió el método científico hasta convertirlo en el instrumento más eficaz para conocer la naturaleza), pero su aspiración secreta fue la de vincular su nombre a la literatura. Bacon no estaba tanto interesado en la ficción o en el tratado teórico, como en una forma nueva, que había puesto en circulación Montaigne: el ensayo. Una forma libre de pensamiento sobre toda clase de asuntos, comunes a los hombres, donde la imaginación del abordaje se revela decisiva. Los Ensayos fueron durante años el orgullo secreto de Bacon y su contribución más importante a las letras inglesas. Estos textos breves y concentrados, fruto de una curiosidad disparada en múltiples direcciones (la verdad, la muerte, la venganza, la envidia y el amor; pero también el disimulo, la sospecha, la ira, la fama o la conversación; y saberes prácticos como la salud, la jardinería o las negociaciones), siguen apelándonos directamente, gracias a dos grandes virtudes que les permiten sortear el paso del tiempo: una lúcida comprensión de la naturaleza humana, y una precisión casi clínica con el lenguaje. El mundo cambia, pero las pasiones siguen aquí, y leídas con varios siglos de distancia, las palabras y las ideas de Francis Bacon (una inteligencia resuelta a pensarlo todo por sí misma) siguen interpelándonos.
Brasil es un país de intensas pulsiones donde conviven la pobreza y la riqueza más extremas, la injusticia más terrible y la solidaridad, la derecha populista y la izquierda idealista, la naturaleza más exhuberante y los lobbies depredadores. Un país que es un espejo de las complejidades y las grandes contradicciones mundiales, donde nunca nada es lo que parece ni tiene una explicación sencilla. Ha generado figuras magnéticas como Lula o Casaldàliga, líderes que intentan cambiar el mundo para progresar, y a la vez fuerzas populistas como el bolsonarismo que luchan en su contra.
El reconocido periodista Francesc Escribano viajó por primera vez a Brasil la primavera de 1985, cuando conoció a Pedro Casaldàliga. Ahora ha vuelto para captar el pulso en la sociedad brasileña actual y hacer balance del poso que han dejado las causas que defendía «el sacerdote del pueblo» (la distribución de la riqueza, la justicia, el derecho a la tierra). El resultado es un libro fascinante que desvela las corrientes de fondo que mueven la sociedad hacia polos opuestos y que muestra la doble pasión de un periodista por un país y por un referente en la vida.
El primer libro de uno de los ecólogos con mayor prestigio y visión de futuro que nos da las claves de lo que está por venir.
Vivimos en guerra. Unos contra otros. Contra nosotros mismos. Contra la naturaleza. Vivimos borrachos de tecnología y soberbia, en la convicción de que tenemos asegurada la supervivencia. Sin embargo, nunca ha estado tan amenazada como ahora, cuando tocamos fondo como civilización. Cambio climático, pérdida de especies, guerras por el agua y violaciones crecientes de los derechos humanos. Nos esforzamos en comprender esta crisis, aunque al mismo tiempo huimos hacia delante confiando en la tecnología o incluso la negamos por interés o miedo. Si la ciencia tiene bien afinado el diagnóstico y las soluciones, ¿por qué no avanzamos en su resolución?
En La recivilización, el prestigioso ecólogo Fernando Valladares nos revela con honestidad y valentía los desafíos y los obstáculos a los que tenemos que enfrentarnos para dirigirnos hacia un nuevo modelo ecosocial basado en la confianza, la empatía y la colaboración más que en la competencia y la sobrexplotación. Nos encontramos en un momento histórico apasionante en el que debemos repensarnos para seguir existiendo. Y cuestionar el modelo de civilización, aunque parezca exagerado, es ineludible.