Un ensayo muy documentado en el que Mariano Sánchez Soler analiza la transición, los planes golpistas, los neonazis y las diferentes familias ultras, la xenofobia y la irrupción de VOX en los parlamentos.
¿Por qué la extrema derecha en España ha tardado más de cuarenta años en entrar en el parlamento y en los gobiernos de ayuntamientos y autonomías con la fuerza de los votos? ¿Cuál ha sido el largo camino hacia su "visibilización" e implantación en España, mientras en países próximos como Francia, Italia o Alemania estaban establecidos desde hace décadas?
¿En qué radica el "hecho diferencial" español? Este libro explica las causas profundas, también históricas, y desvela la evolución del "complejo ultraderechista" en España desde hace cuatro décadas, así como los fracasos de la extrema derecha española desde 1975, hasta desembocar en la irrupción parlamentaria de Vox en 2018.
Impulsado por la energía que abunda en la escritura de Vaneigem, este libro se propone «rastrear la huella de lo vivo bajo el oscurantismo religioso e ideológico», en este caso de una Edad Media que tantas veces se nos ha transmitido «sumergida en la fe cristiana como la sardina en el aceite». En dirección contraria a este postulado, este trabajo recupera la historia del «Libre Espíritu»: el movimiento herético que llevó la religión hasta su disolución en la afirmación inmediata del goce y de la vida sin más mediación que la libre voluntad. Para ello el autor procede a realizar un vasto recorrido que arranca del siglo y llega hasta el , y en el cual se recupera la estela de una corriente insospechada: el milenarismo joaquinista, la herejía valdense, los llamados amaurianos, la multitud de comunidades de beguinas y begardos que abrazaron el «Libre Espíritu», los Homines Intelligentiae, algunos sectores de los taboritas, los llamados eloístas (proletarios despreciados por Lutero) e incluso los alumbrados de Sevilla.
La Guerra Fría fue un fenómeno clave para entender el siglo xx. Los años sesenta años sesenta constituyeron una coyuntura especial, ante los desafíos planteados por la descolonización, las expectativas de cambio en los países en vías de desarrollo y el ascenso de movimientos revolucionarios en el “Tercer Mundo”. La rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética por aumentar sus espacios de influencia no se limitó a la esfera política-militar; también compitieron por ver qué modelo de modernización resultaba más atractivo: si el estadounidense basado en la libertad de mercado, o el soviético sustentado en la planificación estatal. América Latina fue, sobre todo para Washington, una región especialmente sensible, con el reto añadido de contrarrestar el atractivo de Fidel Castro, y su pretensión de crear focos de disidencia anti-yanqui en el resto del continente. Este libro examina la oleada modernizadora que la potencia capitalista trató de irradiar a sus vecinos del sur, para transmitirles el “camino correcto” hacia el progreso. A menudo con la complicidad de actores locales, el gobierno de Estados Unidos intentó aplicar su modelo, Made in USA. La evolución de aquel proyecto demostró que se aspiraba a forjar un “Americano Imposible” (parafraseando The Quiet American de Graham Greene). La implementación de lo proyectado entrañaba gran dificultad. De un lado, las aspiraciones de las sociedades a transformar divergían de la estrategia de Washington. Del otro, buena parte de las élites conservadoras latinoamericanas recelaban de la pérdida de poder que implicaba tal proceso. En no pocos casos, cuando la persuasión no funcionó, se echó mano de la contrainsurgencia.