En el 2018, tuve el gran privilegio de sentir por primera vez la presencia de Dios y escuchar su voz. Fue tan maravillosa aquella incomparable experiencia que inmediatamente reconocí que jamas sentiría algo igual en mi vida.
Una de las tantas cosas que empezaron a cambiar, y que empece a sentir a partir de ese momento, fue un ferviente deseo por describir y compartir aquella mágica experiencia con todo el mundo, para que, al igual que yo, descubrieran lo tan sencillo, real y cercano que tenemos a Dios.
«There is no society», dijo Margaret Thatcher en 1987. El mensaje caló en las clases dominantes occidentales y se ha producido una secesión de la gente de arriba -que, abandonando el bien común, sumerge los países occidentales en el caos- y la más desfavorecida. Como resultado, se descompone la sociedad.
Crisis de la representación política, atomización de los movimientos sociales y gentrificación de las ciudades son algunos de los signos del agotamiento de un modelo que ya no construye sociedades. La ola populista que atraviesa el mundo occidental no es más que la parte visible de un soft power ejercido por las clases populares que obligará al mundo de los de arriba o bien a unirse al movimiento real de la sociedad o bien a desaparecer.
Hace algunos años Christophe Guilluy acuñó el concepto de «Francia periférica», empleado hoy de manera muy generalizada, e hizo hincapié en el peligro del desprecio por parte del mundo mediático a las clases populares, y en la importancia del descontento de estas. Con este libro amplía su reflexión a un ámbito internacional: el Brexit, la elección de Trump o Bolsonaro y el auge de Vox en España dan cuenta del carácter internacional del fenómeno.
El viento común es uno de los versos que el poeta William Wordsworth dedicó al héroe de la Revolución haitiana Toussaint Louverture. Este libro describe las corrientes de ese "viento común" que batió contra las colonias esclavistas de los imperios europeos en el Caribe: desde los cimarrones de Jamaica, Cuba y la Tierra Firme española, hasta las revueltas de esclavos del siglo XVIII que tuvieron su culminación en la Revolución negra del Santo Domingo francés. En un poderoso ejercicio de "historia desde abajo", Scott examina la circulación de ideas entre esclavos, negros y marineros, recupera los rumores de emancipación que agitaron los puertos y llegaron a las plantaciones, observa la velocidad con la que las noticias se proyectaban de un punto a otro y consigue reconstruir las formas de organización que finalmente estallaron en revuelta o motín. El hilo que reúne todos estos elementos es la resistencia: la búsqueda de una mayor libertad por parte de unas poblaciones que en cuanto podían se declaraban libres de todo amo. Para ello, Scott ha realizado un minucioso trabajo en los archivos franceses, ingleses y españoles. Gracias a su novedosa perspectiva y a la precisión de sus aportaciones, El viento común se ha convertido en una de las obras más originales del emergente campo de estudios del Atlántico negro.