Jerónimo de Estridón (347-420), célebre padre y doctor de la Iglesia de Occidente, recordado por su traducción al latín del Antiguo y Nuevo Testamento (Vulgata), fue un autor prolífico de obras exegéticas, polémicas y literarias, además de numerosas epístolas que iluminan aspectos significativos de la vida política, eclesiástica y espiritual de su tiempo. El presente volumen ofrece las biografías de tres eremitas del desierto, Pablo, Malco e Hilarión, que simbolizan las diversas etapas de difusión del monacato, respectivamente, en Egipto, Siria y Palestina. Por su calidad literaria y lo ameno de su narración alcanzaron una enorme popularidad durante la Edad Media y el Renacimiento.
Benjamin Constant publicó su opúsculo De la responsabilidad de los ministros en 1815. Existe una segunda edición de 1817. El texto apareció pocos meses después de la promulgación de la Carta constitucional de 4 de junio de 1814, llamada a regir en Francia tras la restauración borbónica. La intención del autor fue seguramente contribuir a que ese texto constitucional fuese interpretado y aplicado a la luz de la experiencia de la Inglaterra de su tiempo, de manera que sirviera de base para un régimen auténticamente liberal y, por consiguiente, alejado tanto de la reacción absolutista como del autoritarismo jacobino y bonapartista. Así, Constant expone la teoría y la práctica inglesas en materia de responsabilidad ministerial, que se condensan en la institución del impeachment. Su idea central es que la responsabilidad ministerial es una condición indispensable para la existencia de un régimen liberal. Sin embargo, desde un punto de vista intelectual y más allá de la intención política, el principal problema era que la idea misma de responsabilidad de los ministros distaba de ser nítida, incluso en aquella época.
La relación socrática entre maestro y discípulo ha dejado una huella imborrable en la forma occidental de entender la enseñanza, tanto la estrictamente instructiva de ciertos conocimientos como, allí donde se apunta a una concepción integral de la educación, la más ambiciosa que aspira a formar la moral de los más jóvenes, transmitir valores e incluso reglas y principios de actuación política. Sin embargo, esta huella envuelve cierto misterio que insta a volver una y otra vez a los textos platónicos a fin de esclarecerlos, pero con el resultado, pretendido o no, de que de nuevo nos asombran. Así se hace en este libro, de la mano de notables especialistas, que recorren los pasos de Sócrates en diálogos como el Ion, el Laques, el Gorgias, el Protágoras, el Fedón, el Crátilo o el Teeteto. Pese a lo lejanas que puedan quedar en el tiempo, las enseñanzas de Platón, talladas en la voz de Sócrates, son todavía de utilidad en nuestras aulas, más que nunca necesitadas de figuras que sirvan de orientación y de guía.