Esta obra invita a una disciplina, la semiótica, y presenta un ramillete de asuntos que tocan al arte, la literatura, la religión y la cultura. La semiótica es el estudio del sentido, que los hombres suelen buscar con denuedo.
Mentimos hasta con el silencio. La mentira es la mejor expresión del desarrollo cognitivo del hombre.
No es mi interés hacer una apología a la mentira ni un panegírico a la verdad. La vida social es insostenible sin la mentira, como lo es la vida selvática sin las garras, sin dientes y sin caparazón. La sociedad no está preparada para sustentar su existencia solo en el imperio de la verdad. La lucha por la verdad no es una lucha por el apego y respeto a la realidad, sino que es una batalla por el poder, la sobrevivencia y el placer.
La capacidad humana más elevada no está en condiciones de representar la realidad con todas sus propiedades. El lenguaje no tiene como función principal solo describir la realidad, sino que también fabricarla. La palabra más allá del uso simbólico para la comunicación, es un instrumento para hacer catarsis...
Estamos, permanentemente, confundiendo el proceso simbólico para representar el mundo con las propias fantasías. Pero, para ser creíbles tenemos que creer en nuestras propias mentiras. La gran estrategia de la mentira está en mentir respecto a que mentimos.
Comúnmente investigamos para comprobar nuestras hipótesis, escasamente buscamos informaciones que refuten nuestras creencias. Pocos hombres aceptan sin regatear verdades alejadas de sus creencias.
El hombre prefiere una ilusión jocosa a una verdad molestosa. Las ilusiones son refugios mentales en donde nos escondemos de realidades amargas.
La mentira no es mala si se usa para el bien; la verdad no se puede defender cuando su propósito es destruir. La sinceridad Suele confundirse con la crueldad
Un familiar con demencia plantea nuevos retos al cuidador familiar. Se produce un cambio en los roles y dinámicas familiares y surgen diferentes problemáticas que afectan al cuidador tanto a nivel físico como psicológico-emocional y social. Por tanto, el cuidado del cuidador resulta fundamental para poder atender a su familiar e intentar reducir las consecuencias negativas. En esta guía de intervención, tanto los profesionales como los propios cuidadores pueden aprender acerca del perfil del «cuidador familiar», los motivos que habitualmente conducen a la asunción de ese rol, las etapas del cuidado y los distintos modelos teóricos sobre este. También se tratan las consecuencias más frecuentes, tanto negativas (sobrecarga, disminución de la calidad de vida, estrés, sintomatología depresiva, etc.) como positivas (satisfacción con el cuidado, mejora de la relación cuidador-cuidado, etc.), y los aspectos o factores que influyen en ellas. Además, se propone un programa de intervención psicoeducativa basado en dichas variables, donde el lector encontrará una batería de ejercicios detallados y técnicas concretas.