Un valioso ensayo sobre cómo el encuentro entre la ciencia y las humanidades ha sido el motor de nuestra civilización.
«La primera mujer, Eva, guiada por su instinto de curiosidad, tomó una manzana del árbol del conocimiento, comió de ella, y a continuación la dio a comer a su compañero, Adán. Son exactamente las tres etapas del quehacer científico: la curiosidad odeseo de saber, la adquisición del conocimiento y su transmisión a otros para que lo continúen».
Con una emocionante mirada humanista, Carmen Estrada, catedrática de fisiología humana, investigadora en neurociencia y estudiosa del griego clásico, explora la historia de la ciencia, su papel en el desarrollo de nuestra cultura y el lugar que ocupa hoy, y sitúa los orígenes de esta actividad humana, natural, instintiva y hermanada con la filosofía mucho antes del nacimiento de la palabra ciencia, en los inicios de nuestra especie.
Un llamamiento a involucrarnos cívicamente para tomar las riendas de nuestro futuro
Los ciudadanos tendemos a culpar al Estado, al mercado o a cualquier otra entidad abstracta cuando estamos insatisfechos. Los actores económicos, ocupados únicamente en la maximización del beneficio propio, no tienen ninguna motivación racional para interrogarse por el bien común. Asimismo, los poderes públicos se desentienden de las consecuencias finales de sus acciones.
El jurista Rodrigo Tena sostiene que la huida de la responsabilidad es el fenómeno más importante en la vida pública actual, que ha contaminado a todos los agentes sociales y que tiene múltiples manifestaciones. Delegamos en el sistema nuestros compromisos individual y colectivo, y a su vez el sistema se rige por incentivos perversos que fomentan el comportamiento irresponsable.
El libro De Winston Churchill a Donald Trump: Auge y Decadencia de las Elecciones en el Mundo, de Pedro Arturo Aguirre, es mucho más que una historia electoral. Se trata de una reflexión sobre la fortuna y la tragedia "más allá de las urnas" de decenas de políticos en los últimos 70 años. Todos son políticos, aunque algunos hayan navegado como anti-políticos o ciudadanos buenos e impolutos. Algunos de los personajes que recorren las páginas de este libro fueron estadistas, otros meros oportunistas; algunos talentosos y elocuentes, otros grises y aburridos, pero casi todos con capacidad de adaptación y aprendizaje. No han faltado incluso "payasos", según el autor. El libro describe cómo el candidato, así como su contexto económico y político influyen los resultados de una elección, pero también el azar y otros accidentes coyunturales. También cómo los políticos se engrandecen o encojen en las campañas, cómo capturan el sentimiento de la gente y lo traducen en triunfos arrolladores o en fracasos rotundos cuando son incapaces de actuar y leer el humor público con sentido común.