Roberto Batista Fernández es una persona discreta, rasgo que no oculta la valentía de acercarse con honradez y limpieza a la figura del Padre. Para ello, con lealtad poco frecuente, revela una memoria construida desde lo que su padre representa para él: fue su refugio, su maestro, conoció de sus manos la ternura y el cuidado. Pero esto no le impide asomarse a una vida política, plural y compleja, iluminada por una primera imagen de estadista, aunque empañada por los sucesos del 10 de marzo de 1952. Roberto se pregunta: “Cómo es posible que un hijo pueda juzgar a su padre?” Pues bien, en este libro lo ha hecho. No se recuerda entre los hijos de otros controvertidos gobernantes, desasistidos ya de todo poder, alguno que haya asumido una actitud tan íntegra y decorosa, a la vez que desgarradora.
Stanislaus Joyce, tres años menor que James, fue un reconocido académico que por años mantuvo las finanzas de su hermano y le dio ánimos frente los rechazos de los editores. Su minucioso diario le sirvió de base para la redacción de estas memorias. Ejerció la docencia en la Universidad de Trieste, ciudad en la que murió en 1955.
Ser hermano de un autor famoso confiere grandes obligaciones y muy pequeñas distinciones. El profesor Stanislaus Joyce sobrellevó su carga con nobleza y disconformidad. A pesar de sus reservas, vivió una vida en gran parte moldeada por su hermano, combatió el derecho de los demás a criticar a James y, en el momento de su muerte, llevaba escrita una parte sustancial de las memorias de su vida en común, donde presenta un cuadro de la carrera de James Joyce y de la vida familiar hasta sus veintidós años, con adelantos de lo que vendría después.
En este libro, Tenkei Roshi proporciona pautas para la práctica del budismo zen basadas en los «Cuatro modos de meditación» que él mismo ha desarrollado en los últimos años. También aborda cómo estos modos pueden extenderse al entrenamiento koan, el ritual, el estudio, el trabajo y la interacción social. El objetivo de Llamada intemporal, respuesta puntual es servir de inspiración para cualquier persona interesada en escuchar la llamada de su vida y encontrar su propia manera de responder a él.
Pablo d’Ors, en el prólogo que abre el libro, se pregunta: «¿Qué es lo que el lector encontrará en estas páginas? Pasión y orden en una armónica combinación. También podría decir espíritu trascendente y pragmático, aunque quizá eso sea solo definir el zen, caracterizado precisamente por la fusión entre la espiritualidad india y la concreción china y japonesa. Y, sobre todo, lo que aquí hay es una explosiva mezcla, a mi entender maravillosa, entre tradición y renovación. Es posible que sea esto último lo que mejor defina quién es Tenkei Roshi: un enamorado de las formas milenarias, pero bien arraigado en el lenguaje y la sensibilidad del mundo contemporáneo. De los muchos libros que han pasado por mis manos, este de Tenkei Roshi es, sin duda, uno de los que más me ha impresionado. De hecho, desde que terminé de leerlo, no me ha dejado volver a mi práctica de siempre y está reorientando mi manera de silenciarme.»