"La decadencia de Occidente" se editó por primera vez en España en 1923. Oswald Spengler había comenzado a escribir esta obra cuando la Primera Guerra Mundial interrumpió su tarea, y claro, la extendió, en varios sentidos. Ortega firma el prólogo de la edición española y escribe, casi de paso hacia otra reflexión: «… la guerra mundial, que no ha sido tan mundial como se dice…»; con ello se hace eco del punto de vista/palanca que el autor propone como explicación de su trabajo: Occidente no lo es todo y, además, se acaba. Y lo demuestra. Spengler maneja una ingente cantidad de información: baraja números, música, catedrales e hipótesis científicas con lo mágico, el sino y las eternas preguntas sin respuesta del hombre; sitúa su luz sobre los hechos en ángulos distintos de los acostumbrados y alumbra diferentes aspectos de las mismas cosas. Para él la historia está habitada de seres/culturas que nacen, crecen, se multiplican y mueren. Un monumental intento de establecer de establecer una filosofía de la Historia que establezca un marco global de comprensión de los hombres y las sociedades en el transcurso del tiempo.
Segundo volumen de este monumental intento de establecer una filosofía de la Historia.
Editada por primera vez en España en 1923 y precedida de un prólogo de Ortega, esta obra, abundante en datos, teorías, reflexiones, etc., plantea la hipótesis de que Occidente no lo es todo, y que se acaba. Para Spengler la Historia está habitada de seres/culturas que nacen, crecen, se multiplican y mueren. Quizá la lectura ayude a responder alguna de las cuestiones que Ortega plantea en su texto: «¿De qué modo puede sucumbir una cultura que no sea por propia detención…?». Una obra magistral que ha trascendido al tiempo.
La comunicación hizo a la humanidad. Su historia es el relato de todo aquello que nos unió y nos hace sentirnos en comunidad, de los retos a los que hemos debido enfrentarnos, de los grandes relatos que nos hemos contado y de las grandes ilusiones que han fundamentado y fundamentan nuestras sociedades. La "Historia mundial de la comunicación" descubre cómo las sociedades se han construido y desarrollado gracias a la cooperación, el intercambio y el préstamo cultural. Con diferentes soportes y medios, los humanos han avanzado en una comunicación cada vez más inmediata, rica y a mayor distancia permitiendo unas sociedades cada vez más complejas, mestizas e interculturales. Pero, al mismo tiempo, nos descubre los peligros que afectan a todas estas sociedades por la intervención de individuos y grupos que manipulan la información, que enfrentan las sociedades entre sí, para gestionar ellos la violencia en su beneficio.