La belleza es algo muy específico a lo que hay que adaptarse: una determinada manera de vestir, de comer, de hablar, de caminar. No se trata de una cuestión puramente estética, sino de una técnica política para ejercer el poder.
Pensémoslo bien: siempre han existido diferentes estéticas y sensibilidades, pero recientemente el culto a la belleza se ha convertido en una prisión. Ahora es una obsesión, una enfermedad, un mito inalcanzable, pero ¿cuándo sucedió? ¿Quién impulsó este cambio? ¿Por qué razón?
En este libro, Maura Gancitano cuenta la historia de un mito tan antiguo como el mundo y nos muestra cómo los descubrimientos de la filosofía, la antropología, la psicología social y la ciencia de datos pueden destruir una ilusión que aún nos impide escuchar y seguir nuestros auténticos deseos y vivir nuestros cuerpos libremente.
La confianza es el oxígeno de todas las relaciones humanas. Pero también es lo que te hace tropezar después de haberte quemado. Puede que un amigo te decepcione constantemente. Un líder o una organización que respetas resulta ser diferente de lo que aparenta. Tu cónyuge te engaña. Un familiar te traiciona. Estás agotado por las decisiones de los demás y empiezas a cuestionarte tu propio discernimiento. Y te preguntas: "Si Dios permite que esto ocurra, ¿se puede confiar en Él?”.
Al frente del panteón intelectual del siglo XIX se encuentran las figuras de Karl Marx (1818-83), Sigmund Freud (1856-1939) y Friedrich Nietzsche (1844-1900). La crítica de Marx al sistema socioeconómico y el análisis de Freud de la vida psicosexual han sido bien asimiladas a finales del siglo XX y principios del XXI. Sin embargo, las ideas de Nietzsche continúan en el horizonte de la conciencia moderna: un desafío inquietante, incluso aterrador, que sabía que no se iba a ser aceptado durante su propia época. "Imagina un libro que no hable de otra cosa más que de los acontecimientos que tienen lugar fuera de la posibilidad de experiencias generales o, incluso, raras: el primer lenguaje de una nueva gama de experiencias. En este caso, ¡no se oirá nada!".