Cómo resolver rápidamente problemas humanos imposibles.
En el centro de esta breve obra se encuentran abundantes casos clínicos, agrupados por los tipos corrientes de síntomas. Las exposiciones se centran en el síntoma y son breves, claras en la lógica de la estrategia y siempre van acompañadas de una ironía amable que manifiesta el espíritu de este enfoque de la terapia breve: tomar plenamente en serio el síntoma que hace la vida imposible al paciente, pero mostrando al mismo tiempo que no es más que una construcción inadecuada que puede ser desmontadas para dar lugar a otra mejor.
Estamos perdiendo nuestra capacidad de no hacer nada. Nuestra existencia está completamente absorbida por la actividad y, por lo tanto, completamente explotada. Dado que solo percibimos la vida en términos de rendimiento, tendemos a entender la inactividad como un déficit, una negación o una mera ausencia de actividad cuando se trata, muy al contrario, de una interesante capacidad independiente.
Byung-Chul Han indaga en los beneficios, el esplendor y la magia de la ociosidad y diseña una nueva forma de vida, que incluya momentos contemplativos, con la que afrontar la crisis actual de nuestra sociedad y frenar nuestra propia explotación y la destrucción de la naturaleza.
Esta última obra de Françoise Dolto es a la vez su testamento y uno de sus mejores trabajos. La célebre psicoanalista le imprimió, como siempre, su genio, su inteligencia visionaria y su generosidad de mujer y de madre.
Escrita desde la misma perspectiva y con el mismo método que La causa de los niños, ofrece una síntesis de informaciones, testimonios, experiencias, consejos y propuestas que permitirán a todos los padres y madres y educadores dar un nuevo giro a su diálogo con los más jóvenes. Así, temas como la huida del hogar, el suicidio, la droga, el fracaso escolar o la sexualidad dejan de ser tabúes para convertirse en un estimulante objeto de debate.
Dolto habla sobre los derechos y los deberes de los adolescentes y nos invita a penetrar en el universo de los chicos y chicas que tienen entre 10 y 16 años. Se trata de un último combate para ceder la palabra a aquellos que todavía no la tienen e introducir como objetivo prioritario, en el marco de una crisis general de la educación, el respeto tanto por uno mismo como por los demás.