En la era de la tecnología portátil y la conexión ininterrumpida a internet, una de las mercancías más valiosas, y con las que se mueven cantidades ingentes de dinero, es la atención. Nuestra atención: nuestra propensión continuada a emplear el tiempo online y a responder a los estímulos que nos bombardean sin descanso: notificaciones, llamadas, anuncios, noticias, actualizaciones, sugerencias. A cambio de información y entretenimiento, entregamos nuestra atención a la economía de la red, y el mercado la transforma en un bien de alta cotización. Ahí fuera hay un ejército de programadores de webs, desarrolladores de software, estrategas de las redes sociales y publicistas que están dando forma a una de las industrias más poderosas y de mayor crecimiento del mundo.
Ahora bien, ¿a qué precio? En este ensayo, tan personal como riguroso, tan breve como incisivo, Julia Bell plantea las preguntas precisas para descifrar esta realidad en la que vivimos, y así atender a lo que estamos ignorando en este intercambio desproporcionado. ¿Qué perdemos cuando cedemos nuestra atención, y cómo podemos recuperarla? O dicho de otra manera: ¿cómo podemos transformar nuestra capacidad de atención en un elemento radical, transformador, y no abandonarnos a una distracción infinita al servicio del poder y el capital de las empresas tecnológicas?
La cuestión de la energía se halla más que nunca en el corazón del debate público y la agenda política. Sabemos que la transición energética es inevitable porque es el único modo que tenemos de luchar contra el cambio climático, pero ésta no es un mero asunto técnico que deba dejarse en manos de empresas y tecnócratas, sino una cuestión política que requiere de amplio debate, participación ciudadana y luchas populares. Porque transiciones puede haber muchas: por ejemplo, las que busquen un enésimo enriquecimiento de los gigantes del oligopolio eléctrico o las que aspiren a la democratización de los recursos y la protección de la naturaleza. Así, «Molinos y gigantes» es, en primer lugar, una invitación a conocer la historia política y económica que hay detrás del sector eléctrico español, desde los acuerdos personales del caudillo con el presidente ultracatólico de Hidrola (actual Iberdrola) hasta la liberalización del sector decretada por el Gobierno de Aznar y la imbricación posterior de las energías renovables en los sucesivos booms del ladrillo. En segundo lugar, este libro realiza una lectura crítica del modelo que caracteriza el desarrollo eólico en el Estado español, dominado por grandes empresas, con un enfoque extractivo, concentrado en zonas rurales donde produce una importante degradación de la vida de sus habitantes, sin apenas preocupaciones medioambientales y falto de mecanismos de participación democrática. Para ello, Jaume Franquesa ―en la línea de autores como David Graeber o James C. Scott― toma como zona de estudio el sur de Cataluña, la región más nuclearizada de España y entre las de mayor densidad de parques eólicos, donde ha vivido durante años y recogido los testimonios de sus vecinos, que llevan décadas luchando por defender su tierra y sus raíces frente al gran oligopolio eléctrico, y nos recuerdan: «Renovables sí, pero así no». En definitiva, la transición energética sólo será real si garantiza un mundo rural vivo y la dignidad de sus habitantes
Imagina un mundo en el que una vasta red de incels y otros misóginos son capaces de operar prácticamente sin ser detectados. Estos extremistas cometen actos terroristas deliberados contra las mujeres. Los adolescentes vulnerables son entrenados y radicalizados. No tienes que imaginar ese mundo, ya vives en él. Quizá no lo sepas porque no nos gusta hablar de ello, pero ya es hora de que empecemos. En este libro urgente e innovador, Laura Bates, autora de varios best sellers y fundadora del Proyecto Sexismo Cotidiano, se adentra en la clandestinidad para sacar a la luz vastas redes y comunidades misóginas. Una inmersión profunda en el extremismo mundial. Sus entrevistas con miembros de estos grupos y con las personas que luchan contra ellos ofrecen una visión única del funcionamiento de este movimiento. Las ideas se difunden desde los rincones más oscuros de Internet —a través de trolls, medios de comunicación y celebridades— hasta las escuelas, los lugares de trabajo y los pasillos del poder, pasando a formar parte de nuestra conciencia colectiva. Sin censura, y a veces tan chocante como aterradora, esta es la incómoda verdad sobre el mundo en que vivimos. Y sobre lo que debemos hacer para cambiarlo.