Ya seas ese futuro novio, que todavía va un poco perdido con esto del feminismo, o la que espera con ganas su próxima relación, entre estas páginas te hablaré del techo de cristal, de acoso sexual, de por qué nos molesta que nos pregunten que si estamos «en esos días» o por qué nos dejan entrar gratis en la discoteca. Spoiler: no es una ventaja, es una trampa. Te invito a reflexionar desde cómo nos afectan los cánones de belleza, por qué nos quejamos tanto de que nuestros novios no parecen tener nunca suficiente responsabilidad afectiva -en su defensa, nadie les ha enseñado cómo hacerlo-, a por qué nunca (o casi nunca) has visto a tu padre llorar. Vas a descubrir que las desigualdades son tantas y tan comunes que ni te las planteas porque las tienes normalizadas.
Mara Mariño es periodista y activista feminista con un discurso directo, cáustico y mordaz. A través de este original y divertido libro, dirigido a mujeres y hombres de todas las edades, desmonta la forma más generalizada de relacionarnos, basada en el patriarcado, para proponer una nueva que propicie relaciones igualitarias y respetuosas. Seguro que cuando termines de leer estas páginas, serás de esas personas que hacen de nuestra sociedad un sitio un poco más equitativo y feliz para todos.
Arte y democracia nace como resultado de la decisión de los artistas, que enero de 2022 formaban parte del Consejo de Administración de VEGAP, de convocar un encuentro público para tratar el papel que hoy en día juega el hecho artístico en las sociedades abiertas. La base de este encuentro era tratar dos ideas fundamentales: por una parte, la defensa de la actividad artística en las sociedades democráticas; y, por otra, la defensa de los derechos de autor de los creadores visuales ante las rápidas y agresivas transformaciones socio-económicas de la actual sociedad digitalizada y globalizada. El Derecho de autor, producto de la Revolución francesa y de la Ilustración, está inserto en el corazón mismo de la DEMOCRACIA moderna y bajo las amenazas de las transformaciones de la actual sociedad tecnológica. La responsabilidad pública sobre el Patrimonio afecta también al reconocimiento de los artistas como generadores de PATRIMONIO CONTEMPORÁNEO. Una sociedad democrática es una creación social de aportaciones libres que encuentra en los autores su expresión más activa. El ARTE es un hecho social, tiene una dimensión colectiva que materializa los emblemas de las metamorfosis y cambios de la época.
Una gran parte de los artistas visuales que desarrollan su trabajo en la actualidad viven en condiciones precarias y con muy pocos incentivos para su trabajo. Esa es una realidad conocida en el sector, y que se corresponde sociológicamente con el rol de marginalidad proverbial que ha caracterizado a lo largo del tiempo la escena del arte. Pero los artistas son testigos de nuestro mundo y ejercen su papel como peculiares activistas culturales. Aportan radiografías plurales, emblemas de una sociedad en cambio, expresan pautas de vida, generan huellas proyectadas hacia el futuro, atisban “lo nuevo”: son los creadores del patrimonio contemporáneo. El arte es un espacio de interrogantes donde afloran respuestas provocadoras a preguntas inquietas. El artista realiza su trabajo interpretando el mensaje de una difusa voluntad colectiva. Aspira a esa empatía y comunicación real: transmitir sentimientos y emociones propias para compartirlas. Pone sus ojos, su mirada, su corazón y sensibilidad al servicio de la sociedad: a la búsqueda de un latido común. El auténtico artista aporta oxígeno para respirar mejor.