Ver como
Ordenar por
Mostrar por página
Imagen de UNAMUNO CONTRA MIGUEL PRIMO DE RIVERA
995

UNAMUNO CONTRA MIGUEL PRIMO DE RIVERA

Cuando Miguel Primo de Rivera publica su manifiesto el 13 de septiembre de 1923, Miguel de Unamuno es el primero en oponerse al Directorio militar hasta finales de enero de 1930. Emprende entonces una lucha despiadada en contra del general Severiano Martínez Anido, encargado de mantener el orden público, y también en contra del rey Alfonso XIII, cuya actitud ambigua denuncia. Esta dictadura, pronto calificada de «tiranía» por sus opositores, monopoliza todos los poderes gracias a una censura férrea y una constante propaganda; además, se beneficia del asentimiento más o menos general del pueblo español. Contra Primo de Rivera se alza, al lado de Unamuno, un grupo de hombres determinados –entre ellos Vicente Blasco Ibáñez y la figura demasiado olvidada de Eduardo Ortega y Gasset, cuyo papel es esencial para llevar a cabo la resistencia–. A primera vista, parece increíble que haya durado tantos años este combate, cuyo final victorioso se debe evidentemente a otros factores aparte de la tenaz resistencia de un conjunto reducido de exiliados: despertar progresivo de los españoles, creación de redes y núcleos de oposición por todo el país, acción decisiva de los estudiantes a partir de 1929, problemas financieros de la dictadura, motines cívico-militares, etc. Por lo demás, los hechos y dichos de Unamuno durante los años de exilio nos revelan que, si bien se ha convertido en la figura emblemática de la resistencia a la tiranía, su combate matiza la imagen de un hombre solitario, individualista e incapaz de adherirse a una acción solidaria, ya que durante todos esos años comparte con otros exiliados republicanos los valores de libertad, justicia y fraternidad.
995
Imagen de NAUFRAGOS DEL IMPERIO
995

NAUFRAGOS DEL IMPERIO

«En nuestro continente dos países eslavos vecinos luchan entre sí; uno por restablecer una identidad idealizada y el otro por forjar su identidad del futuro.» Así define Pilar Bonet, una de las mayores expertas de las últimas décadas en los territorios soviéticos y postsoviéticos, por su larga experiencia como corresponsal y analista, la guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania. Sin constituir un manual de historia ni un ensayo sobre geopolítica, estas páginas arrojan luz sobre las raíces del conflicto. A partir de sus apuntes sobre el terreno, sus diarios y sus reflexiones, conversaciones y entrevistas, la autora construye un relato caleidoscópico cuyos protagonistas no son siempre personalidades de primera fila, sino también gentes anónimas que mucho tienen que decir sobre lo que está ocurriendo. Gentes que, con opiniones a menudo enfrentadas, son todas ellas «náufragos del imperio». En definitiva, un libro que, además de fascinante, resulta imprescindible para entender una época de la historia europea, escrito por Pilar Bonet quien fue corresponsal en Moscú durante 34 años. Recientemente galardonada con el premio Francisco Cerecedo de periodismo, el jurado destacó de Bonet “el rigor de sus informaciones, su capacidad de cubrir un territorio inmenso lleno de complejidades y su voluntad de comprender lo que les sucedía a sus habitantes cuando padecían distintos cataclismos”. “Su trabajo ha sido una gran ayuda para entender la guerra desencadenada por Vladímir Putin en Ucrania”.
995
Imagen de ARTE Y DEMOCRACIA
995

ARTE Y DEMOCRACIA

Arte y democracia nace como resultado de la decisión de los artistas, que enero de 2022 formaban parte del Consejo de Administración de VEGAP, de convocar un encuentro público para tratar el papel que hoy en día juega el hecho artístico en las sociedades abiertas. La base de este encuentro era tratar dos ideas fundamentales: por una parte, la defensa de la actividad artística en las sociedades democráticas; y, por otra, la defensa de los derechos de autor de los creadores visuales ante las rápidas y agresivas transformaciones socio-económicas de la actual sociedad digitalizada y globalizada. El Derecho de autor, producto de la Revolución francesa y de la Ilustración, está inserto en el corazón mismo de la DEMOCRACIA moderna y bajo las amenazas de las transformaciones de la actual sociedad tecnológica. La responsabilidad pública sobre el Patrimonio afecta también al reconocimiento de los artistas como generadores de PATRIMONIO CONTEMPORÁNEO. Una sociedad democrática es una creación social de aportaciones libres que encuentra en los autores su expresión más activa. El ARTE es un hecho social, tiene una dimensión colectiva que materializa los emblemas de las metamorfosis y cambios de la época.
995