Con las siguientes tres contribuciones de la pluma de mi discípula Tatjana HÖRNLE sobre la dogmática de la determinación de la pena, puede el lector no solo introducirse en la actual discusión alemana, sino también familiarizarse con una tentativa exitosa para garantizar previsibilidad y justicia, en un campo de la ley hasta ahora controlado por la discrecionalidad y la arbitrariedad del juez. La ciencia penal alemana, reconocida mundialmente por sus logros revolucionarios en la sistematización de los supuestos de punibilidad, los que en gran medida fueron aceptados, ha descuidado por completo durante décadas el campo de la medición de la pena, a pesar de que para el acusado -en muchos casos- la pregunta acerca de la determinación de la pena es la decisión judicial más importante; mientras que los presupuestos de punibilidad (determinante para la pregunta sobre si se "condena o absuelve") en la práctica, generalmente, no plantean problemas especiales. Aplicar las reglas dogmáticas del derecho penal a la determinación de la pena, y hacerlas así controlables, es en el presente más importante que nunca.
Ante la emergencia ambiental, la naturaleza está de moda y, convertida ya en eslogan, corre el riesgo de convertirse en un artificio más. Por tanto, es necesario repensar radicalmente el concepto de naturaleza, confrontando la inteligencia de los Antiguos, en particular la de Aristóteles, con los desafíos posmodernos. ¿Es el hombre, ante la pluralidad de sus culturas, un ser natural? ¿Cómo se articulan naturaleza y libertad, o naturaleza y tecnología? ¿Por qué la colorida multitud de los seres humanos nos recuerda nuestra vocación de constructores de arcas?
Este breve ensayo analiza el biocentrismo romántico y el antropocentrismo desviado, y proporciona los elementos de una ecología verdaderamente integral.
«En nuestro propio presente, en el que el mito y la mentira regresaron al centro de la política, las críticas antifascistas de Borges y Freud vuelven a tomar fuerza».
Para el fascismo el mito podía ser más real que la realidad. Las nociones fascistas de líder, nación, poder y violencia, impregnadas de imaginería mítica, tenían inscripta la fantasía de trascender la historia: un pasado primordial mitificado inspiraría el derrocamiento heroico de un presente degradado para lograr un futuro violentamente redimido. Asumiendo que comprender acabadamente lo distintivo de la mitología del fascismo es condición de posibilidad para la explicación de su peligro en el pasado y en el presente, Federico Finchelstein acude a una sorprendente combinación de pensadores para dar cuenta del fascismo como una maquinaria de creación de mitos políticos. Así, muestra cómo la obra literaria y crítica de Borges y la escritura psicoanalítica de Freud sirven para entender las dimensiones míticas e inconscientes de la política fascista, lo mismo que el análisis de variedad de intelectuales latinoamericanos y europeos, con especial énfasis en la teología política de Carl Schmitt. En un momento regresivo en que los asuntos mundiales tienden a ensombrecerse cada vez más, el análisis crítico de los peligros del mito en la política contemporánea que aquí se presenta puede leerse como herramienta para la resistencia.