A diferencia de lo que sucede en el sector privado con ánimo de lucro, no siempre es fácil medir cuál es el desempeño social de los proyectos llevados a cabo por organizaciones no gubernamentales, emprendedores sociales, organismos de asistencia social o fundaciones filantrópicas. ¿Qué impacto tiene una inversión cuando su objetivo es combatir la pobreza, mitigar el cambio climático o promover los derechos humanos? ¿Cómo puede medirse? ¿De qué manera se pueden rendir cuentas por los resultados?
Midiendo el cambio social aborda estos dilemas fundamentales que encaran los líderes y los inversores de este sector en pleno crecimiento, con millones de organizaciones sin ánimo de lucro que invierten miles de millones, y en el que las nuevas generaciones de filántropos e inversores no sólo quieren destinar dinero a una causa noble, sino también medir su impacto.
Mary Beard, quizá la más grande figura actual de los estudios clásicos, nos ofrece una nueva visión de la historia de la Antigua Roma.
Como culminación de cincuenta años de estudio e investigación sobre la antigua Roma, Mary Beard, profesora de la Universidad de Cambridge, nos ofrece una magistral visión de conjunto de su historia: una historia que, nos dice, «al cabo de dos mil años, sigue siendo la base de nuestra cultura y nuestra política, de cómo vemos el mundo y nuestro lugar en él». Una historia caracterizada por increíbles mitos fundacionales y grandes instituciones políticas y sociales, por extraordinarias conquistas militares y espectaculares obras arquitectónicas. Sin olvidar las gestas de las personalidades más célebres del mundo romano: desde Cicerón tratando de evitar la conjura de Catilina sobre Julio César, hasta la victoria de Octavio sobre Marco Antonio. No estamos, sin embargo, ante una síntesis académica al uso, pues en la mayoría de reseñas de este libro aparecen asociados los calificativos de «magistral» y «entretenido».
En tiempos de política virtual, ni los algoritmos más sofisticados pueden sustituir la vigencia de la política como arte, tragedia o fiasco. En la vida política hay intereses ―espurios o no―, pasión, cálculo, simulación. Así, puede tener la nobleza del ser humano aspirando al bien común o la condición rectilínea de poder por el poder, a costa de todo. Habitualmente, es ambas cosas a la vez y por eso es casi obligado practicarla u observarla con malicia. El escepticismo puede ser un antídoto contra la hipocresía política, como queda reflejado en las citas de Malicia en el país de la política, seleccionadas y presentadas por Valentí Puig. De Cicerón a Walter Lippmann, de Diego de Saavedra Fajardo a Manuel Azaña o de Benjamin Franklin a Charles de Gaulle, protagonistas y espectadores de la historia política han formulado los principios de la malicia política con una lucidez que sigue siendo tan actual como útil. Las breves lecciones compiladas en este libro también sirven de advertencia, aunque casi nunca se tengan en cuenta. Tal vez Alicia lo predijo ya en su país de las maravillas cuando dijo: «De nada sirve regresar al ayer, porque entonces era una persona diferente».