El corazón que ha movido la historia del mundo, nos dice Peter Frankopan, se encuentra en las tierras de Eurasia que recorrían las rutas de la seda. Allí surgieron los grandes imperios de la antigüedad y las grandes religiones de alcance universal.
Este volumen incluye veintiséis perfiles ?con cinco nuevas incorporaciones a la edición original publicada en 2013? de escritores, artistas plásticos, periodistas, fotógrafos, cineastas, editores, diseñadores y músicos hispanoamericanos que la periodista argentina Leila Guerriero ha publicado a lo largo de más de una década en algunos de los principales diarios y revistas de América Latina y de España.Esta personalísima cartografía reúne retratos de personas diversas que van del incendiario Nicanor Parra a la inquietante Idea Vilariño, del rabioso Fogwill al discreto Guillermo Kuitca, de la espléndida Sara Facio a la desbordada Marta Minujín, del laberíntico Ricardo Piglia al enigmático Roberto Arlt, y ofrecen, a través de la voz y el ojo de Guerriero, un acercamiento a la sensibilidad creativa de todo un continente. Planoamericano funciona, además, como un intrincado sistema de vasos comunicantes en el que diversos personajes aparecen y reaparecen en sucesivas piezas que terminan por dibujar el retrato de una época.Cada uno de estos textos es un gran ejercicio de periodismo cultural y una propuesta literaria de altura. Con dotes de orfebre ?minuciosidad, precisión, elegancia?, la autora propone, en cada perfil, una inmersión total en el universo de un creador.
Incluso en las zonas más desoladas de las ciudades estadounidenses, los desahucios solían ser acontecimientos raros. Hoy en día, sin embargo, las familias pobres se ven obligadas a invertir más de la mitad de sus ingresos en el alquiler de sus viviendas, y el desahucio se ha convertido en algo cotidiano, especialmente en el caso de las madres solteras. De los barrios marginales a los refugios, de los juzgados a los guetos, Matthew Desmond pasó años registrando las historias de aquellos que luchan por sobrevivir y no se dan por vencidos.