«El rasgo fundamental del espectáculo moderno es la puesta en escena de su propia ruina». Así se expresaba Guy Debord en 1959. Lo que desde entonces parece claro es que –aunque las ruinas siempre ocupasen un lugar en la reflexión teórica y en la sensibilidad artística– el devenir histórico cercano ha abocado a la humanidad y a la vida en la Tierra hacia ese horizonte extraño. Siguiendo esta intuición, en este libro se estudia la presencia de las ruinas y los descampados en el arte, la arquitectura y el pensamiento europeos contemporáneos. Y, si se logra mostrar algo, eso es que las ruinas ocupan un lugar central, tanto en las denuncias más o menos veladas a los modelos socio-económicos heredados, como en las propuestas regeneradoras más recientes sobre el paisaje.
Las arpías. Medusa. Las esfinges. Circe. La mitología de todas las civilizaciones está llena de monstruos representados bajo forma femenina: son mujeres que no respetan los límites, enfadadas, codiciosas, abiertamente sexuales. Fueron concebidas como engendros deformes, horripilantes, para con el paso del tiempo atribuirles una belleza e inteligencia sibilinas. Su pecado es poner en jaque el valor y la fortaleza masculinas, desafiar a los grandes héroes, amenazar la historia. En este ensayo que combina la crítica histórica y literaria con el manifiesto político y las memorias, Jess Zimmerman nos ofrece un repaso lúcido y combativo por esas grandes fealdades atribuidas a las mujeres desde el inicio de los tiempos, representadas en once monstruos legendarios. Porque, tal vez, aquello que nos hace peligrosas, o poco deseables, es en realidad nuestra mayor fortaleza.
Una enciclopedia universal sobre los sentimientos de toda la humanidad (que te ayudará a entender los tuyos).
Tiffany Watt Smith atraviesa historia, antropología, ciencia, arte, literatura y música en busca de las expresiones con las que culturas de todo el mundo han aprendido a definir sus propias emociones. Y al mismo tiempo nos revela qué complejas y sorprendentes son aquellas que creíamos conocer bien.
Todos somos capaces de reconocer la diferencia entre rabia y miedo, entre deseo y envidia. Sabemos también que es mejor no confundir el afecto con el amor. El arrepentimiento con el remordimiento. La euforia con la felicidad. Pero hemos experimentado cosas a las cuales a menudo no hemos sabido dar un nombre.
Este es el mapa para orientarnos en nuestras emociones. Y para saber cómo nos sentimos y entender lo que siente el otro.