Cuando Albert Speer fue condenado por el tribunal de Nuremberg, en 1948, a veinte años de prisión, Hugh Trevor-Roper escribió: «Ahora probablemente tendrá la oportunidad de escribir su autobiografía. Serán las únicas memorias del Tercer Reich que, siendo de gran valor, además invitarán a la lectura.» El libro que hoy presentamos es la crónica apasionada de un hombre que durante doce años estuvo unido a Adolf Hitler por una relación única aunque de distinto signo: como arquitecto remodelador de la ciudad de Berlín, capital del Imperio, como amigo próximo en las tertulias de la Cancillería del Reich, como tecnócrata y organizador de una prodigiosa estructura armamentística y, a la vez, como un inesperado opositor. El documento que hoy presentamos es sin duda uno de los más valiosos para entender un período turbulento de nuestra historia reciente.
El Japón es el país de la escritura. En 1970, Roland Barthes dedica una obra al sistema simbólico japonés, en un viaje no por el Japón rela, sino por el de sus signos. Barthes no es el turista que pasea por las calles, degusta la gatronomía o asiste a representaciones teatrales, sino el semiólogo que se afana por interpretar el significado y el significante. El resultado es un tratado sobre el signo, sus reglas y su belleza.
Con El Imperio de los signos, Roland Barthes, uno de los máximos representantes del postestructuralismo francés y uno de los padres de la semiótica moderna, inicia una fase en la que comienza a sentirse escritor, a construir un estilo propio; en palabras del autor: "Este libro es una especie de entrada, no tanto en la novela cuanto en lo novelesco"
Repleto de trucos e instrucciones prácticas, Enviar es una fuente inagotable de recursos para cualquier persona que use el correo electrónico en casa o en la oficina. El efecto de desinhibición que tiene la red nos ha llevado a todos alguna vez a enviar mensajes inadecuados, demasiado familiares o formales, y fuera de tono. En la época en que se escribían cartas ?una práctica en vías de extinción?, teníamos todo el tiempo del mundo para releer y reescribir antes de cerrar el sobre, y las cartas incendiarias eran mucho menos frecuentes que los correos electrónicos ofensivos.
Este ingenioso manual proporciona las orientaciones esenciales para problemas tan vitales como el uso del «envío de copia», la elección entre «responder» a secas o «responder a todos», el peligro del asunto «urgente» (que termina recordando al cuento de Pedro y el lobo) y la selección del título adecuado, el saludo, la despedida o la manera disculparse... En resumen, una obra absolutamente esencial para comunicarse correctamente en cualquier situación a través del correo electrónico.