¿Cuántas Españas hay? ¿Cuántas debería haber? ¿Una, dos, tres? ¿Ninguna?
Esta cuestión lleva ocupando a los pensadores patrios más de cien años. En los últimos tiempos, junto con la clásica idea de las dos Españas cainitas, ha vuelto a cobrar fuerza una tercera que se situaría por encima del marco. Pero ¿es la solución al problema colocarse «angelicalmente» al margen?
Para Armando Zerolo no hay dos ni tres Españas, solo hay «una que discute, como hay amigos que se pelean, matrimonios que no se entienden en todo, y equipos de fútbol rivales». Negar esa tensión es lo realmente peligroso porque, opina, el problema en una sociedad abierta nunca será la polaridad, que no es lo mismo que la polarización.
En este libro, Zerolo, profesor de Filosofía Política y del Derecho, repasa nuestra historia reciente para revalorizar el conflicto y defender el disenso como material de construcción política frente a «categorías dogmáticas de pureza y neutralidad». Para eso hay que rechazar tanto el «cuento» pernicioso de las dos Españas como «ese intento bienintencionado que hoy se llama tercera España».
Contra la tercera España es un ensayo desprejuiciado que adopta una perspectiva novedosa. Con elegancia y mesura, sin caer en la complacencia, el autor plantea de manera cercana el famoso «problema de España» adaptado a los tiempos que corren, cada vez más hostiles para la democracia liberal.
Las reflexiones y experiencias de un profesor de secundaria para entender el triste devenir de la educación en España.
El escritor y profesor Damià Bardera nos ofrece un relato incisivo sobre las profundas carencias de un sistema educativo que ha perdido el rumbo. A medio camino entre la narración, el ensayo y el diario personal, este libro recoge el testimonio de un profesor de secundaria comprometido con el valor del conocimiento, que desenmascara, con humanidad y un afilado humor, las deficiencias, la retórica y las trampas de un sistema educativo inoperante, sostenido en la autocomplacencia y el engaño.
Los meses finales de la Segunda Guerra Mundial en Europa fueron el periodo más sangriento y destructivo de todo el conflicto; también el más confuso y menos conocido. Cada día, por término medio, treinta mil seres humanos perdían la vida en los distintos frentes, en las ciudades bombardeadas, en los convoyes de refugiados que huían del Ejército Rojo, en los navíos que se arriesgaban a navegar por el mar Báltico, en las prisiones y los campos de concentración, en los trenes, en los caminos por los que se evacuaba a los deportados…
Hitler fue el gran responsable de esta orgía de muerte y destrucción. Mermado por la enfermedad, acorralado, cuestionado u odiado por su propio pueblo, obligado a vivir bajo las bombas en un agujero húmedo, siguió alimentando la hoguera hasta el final.
Para comprender este horror, Jean Lopez hace una minuciosa reconstrucción de los últimos días del Führer, siguiéndole desde el 15 de enero de 1945, fecha de su regreso definitivo a Berlín, hasta su muerte, el 30 de abril, y aborda también algunos episodios importantes de ese periodo, como las marchas de la muerte, las verdaderas pérdidas militares alemanas o los crímenes de guerra soviéticos.