Una butaca de primera fila ante algunos de los acontecimientos más tumultuosos de la historia reciente.
Las crónicas recopiladas en este libro proporcionan una butaca de primera fila, o al menos una silla plegable, ante algunos de los acontecimientos de la política mundial más tumultuosos de la historia. El autor nació en una España pobre y aislada y creció en una familia dividida y traumatizada por la Guerra Civil. El viaje a América de sus padres cuando era un niño capturó su imaginación y le inspiró la búsqueda de un mítico Nuncajamás de conocimiento, alegría y libertad. Le tomó dar más de media vuelta al mundo, con varios errores y desvíos.
Primero, fue un animoso activista en la resistencia contra la dictadura y la transición a la democracia. Después, cruzó el Muro de Berlín y exploró la Unión Soviética, Cuba y la China comunistas. También se mezcló con entonados políticos y tragicómicos intelectuales en París, enigmáticas damas y gentilhombres ingleses y el presidente del Imperio Europeo. En América Latina, cooperó con los rasputines del gobierno de México, los líderes de la guerrilla de Guatemala y políticos y diplomáticos de varios países.
Cuando al fin llegó a la América soñada, trabajó con los mejores académicos en economía y ciencia política, fisgoneó en la política racial de Chicago, disfrutó del frenesí de Nueva York y aprendió cómo los inmigrantes cruzan la frontera. Eligió quedarse en Washington, donde conoció a senadores, jueces, embajadores, espías y a los expertos que gobiernan el planeta. Allí confirmó que Nuncajamás, con todas sus sorpresas y recurrentes ocasiones de zozobra, continúa siendo el mayor espectáculo del mundo.
Una bella, emotiva y comprometida reivindicación de la oscuridad como un espacio de libertad, resistencia, conocimiento y transgresión.
En nuestra cultura, tendemos a relacionar la oscuridad con el mal, el miedo, la ignorancia y la barbarie, pero en ocasiones puede ser un refugio acogedor. Sucede con las salas de cine, santuarios en los que se forjan mitos, deseos e ideales, templos del placer en cuya noche artificial podemos liberar nuestras emociones reprimidas y buscar respuestas que rara vez encontramos en la luz del día. En nuestro presente de pantallas múltiples, este libro reivindica – sin nostalgia ni resignación– los cines en los que los espectadores comparten esperanzas y angustias, sueños y pesadillas. La oscuridad de estas salas es iluminadora.
Un ensayo certero y con un enfoque novedoso sobre el uso y el abuso de la palabra «fascismo» en la actualidad.
Este breve ensayo no pretende dilucidar si es riguroso o no usar la palabra fascismo en los años veinte del siglo XXI. Tampoco analiza si se abusa de ella como estrategia electoral. Se pregunta en cambio por la emoción política que mueve a quien la utiliza para señalar a un adversario, y disecciona, con un argumento sorprendente y luminoso, el carácter siniestro que esconden las lecturas contemporáneas del pasado que recurren a la historia como profecía y advertencia.