Un recorrido por la memoria familiar siguiendo las huellas geográficas, mentales y sociales de todo un siglo en nuestro país.
Tal vez el más difícil de los sujetos de estudio sea nuestra propia familia. Esta historia nace del relato fragmentado e interrumpido de los abuelos, pero también de la vivencia del conflicto como historiador del autor, Gutmaro Gómez, que es a la vez el hijo que vive el deterioro y la precariedad en la que viven sus mayores y el padre que ve como sus hijos mantienen y reproducen muchas de las claves heredadas del pasado a pesar de la distancia generacional y tecnológica.
Los descendientes nos ofrece una visión de conjunto de todo un siglo a través de los archivos, las imágenes, los recuerdos y las experiencias familiares, y trata de explicar, en definitiva, por qué la historia se ha convertido en un arma de polarización y de división política en nuestros días. El lector tiene en sus manos un tratado de recuerdos, de fronteras, de llamadas perdidas. Un mapa de las huellas geográficas, mentales y sociales de un tiempo, un país, un continente. Una historia de los afectos, de los miedos y los fracasos que se transmiten en el hogar. Una guía, un antídoto para el dolor de adentrarnos en los silencios, en las pistas falsas y mentiras que nos legaron nuestros seres queridos.
Recuperamos El pliegue, del reconocido filósofo francés Gilles Deleuze, en el que, entrelazando conceptos de la estética barroca y la filosofía de Leibniz, explora la complejidad y multiplicidad del universo y nos presenta una nueva manera de entender el mundo y la realidad.
El pliegue ha sido siempre una constante de todos los períodos artísticos, pero el Barroco fue el que lo condujo hasta sus propios límites. La condición inequívocamente barroca de la filosofía de Leibniz, por ejemplo, encuentra su justificación en que todo se pliega, se despliega y se repliega. Leibniz entiende el alma como una «mónada», sin puertas ni ventanas, que obtiene sus más claras percepciones de un sombrío fondo. El alma, así como el interior de cualquier capilla barroca, cuyas aberturas resultan imperceptibles para el que la observa desde dentro, también está llena de pliegues oscuros.
Lanzándose a la ingente tarea de descubrir un Neobarroco moderno, esta obra se dedica a seguir la historia del pliegue infinito en todas las artes: en la poesía de Mallarmé y la novela de Proust, en la obra de Michaux, en la música de Boulez y en la pintura de Hantaï. Una especie de neoleibnizianismo que no ha parado de inspirar a las más diversas teorías filosóficas.
El presente volumen tiene la intención de transmitir al público en general cierto concepto del punto de vista psicológico de la psiquiatría moderna. Y con este fin incluye un conjunto de ensayos, fruto de la reflexión de Jung sobre la psicología y la enfermedad mental a lo largo de varias décadas, cuyas investigaciones se basan en un argumento muy simple: la posible existencia de una función psicológica no adaptada que puede convertirse en un trastorno mental manifiesto e inducir, de forma secundaria, síntomas de degeneración orgánica. Así, el primer texto, data de 1908, es decir, de la época en que el autor era miembro destacado del incipiente movimiento psicoanalítico, y los dos últimos, escritos en 1956 y 1958, exponen sus conclusiones después de muchos años de experiencia en el estudio de la normalidad y el tratamiento de diversos trastornos psíquicos, en particular la psicoterapia de la esquizofrenia. Todos ellos, en fin, reflejan las técnicas especialmente asociada al nombre de Jung y contienen -a veces en germen, otras en una formulación concluída- los fundamentos de su pensamiento más maduro. Un libro, pues, indispensable para una comprensión cabal del pensamiento de uno de los más innovadores psiquiatras de la historia.