A partir de una ingente documentación inédita del archivo personal de José Luis de Arrese durante su primera etapa como ministro secretario general de FET y de las JONS entre 1941 y 1945, Joan Maria Thomàs explica en Postguerra y Falange cómo se consolidó el partido único como fundamental brazo civil organizado del Régimen franquista.
Las páginas de este exhaustivo estudio detallan el modo en que sus líderes ejercían el mando; la violencia estructural que practicaba la organización ―que formaba parte de su ADN―; su populismo, al presentarse como auténtico y único representante del pueblo y plantear medidas «sociales» en medio de un panorama de desolación, hambre y privaciones; su voluntad de lograr la hegemonía sobre el resto de sectores franquistas (algo que jamás conseguirían); y su gran oportunismo político.
El mesianismo de los falangistas fue, en última instancia, su principal seña de identidad. Creían en su papel señero e imprescindible en tanto que proveedores de la única doctrina capaz de llevar a España a su plenitud, liderada por un jefe nacional, Francisco Franco, flanqueado por un José Luis de Arrese que acabaría arrogándose ni más ni menos que el papel de intérprete máximo del pensamiento del fundador del partido, José Antonio Primo de Rivera.
Las legendarias prácticas espirituales y tradiciones mágicas de los celtas están basadas en la naturaleza, y sus elaborados rituales folclóricos se celebran en las islas británicas desde hace siglos. En el mundo actual, es fácil sentirse desconectado, pero las prácticas celtas nos ayudarán a orientarnos a través de los misterios de la naturaleza. Con las lecciones de este libro, obtendrá un mayor entendimiento de las antiguas y perdurables tradiciones de los druidas, que le permitirán redescubrir y honrar la belleza de su entorno.
En 1516 Erasmo de Róterdam publicaba una obra de su amigo Tomás Moro. Se trataba de un retrato mordaz de la Europa renacentista, al que acompañaba, por contraste, la descripción de un lugar ideal: Utopía, isla remota del Nuevo Mundo gobernada con mesura y en donde todos los habitantes vivían en armonía. Lo que el humanista inglés concibió como «librito entretenido» y fantasioso, sin embargo, acabó superando con creces su marco narrativo. Aquella crítica al orden social establecido se convirtió en una obra cumbre del pensamiento, que traspasó tiempos y fronteras hasta dar lugar incluso a un nuevo término: nuestra «utopía».